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Virgen de Candelaria

De EnciclopediaGuanche

Interior de la Basílica de La Candelaria. En el altar, la imagen de la Virgen

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Nuestra Señora la Virgen de la Candelaria es una de las advocaciones de la Virgen María. La historia de esta imagen está unida íntimamente a la historia de las Islas Canarias y especialmente de la isla de Tenerife pues fue el lugar donde apareció. La talla original se conservaba en la Basílica de Candelaria, en el muncipio de Candelaria en Tenerife, pero desapareció después de un temporal que azotó la isla. Actualmente hay en el altar-camarín de la basílica una réplica de la imagen. Debido a que las Canarias eran escala obligatoria en los viajes a América, muchas de sus costumbres fueron exportadas a ese continente. Entre ellas, la veneración a la Virgen de la Candelaria. Actualmente, la imagen es venerada con especial devoción en las Islas Canarias, donde ostenta el cargo canónico de Patrona de Canarias, y de patrona expecífica de la provincia e isla de Tenerife, también venerada en el Perú y en lugares con una importante colonia de canarios, donde suele usarse para representar al archipiélago. La actual Virgen es de color negro (Virgen negra), lo que le ha dado el apelativo popular de La Morenita. La Hermandad de La Candelaria (Sevilla), tiene como titular a esta advocación mariana de la Candelaria. Destacado.jpg


Cada siete años la Virgen de Candelaria es trasladada desde Candelaria a las ciudades de Santa Cruz de Tenerife (capital) y San Cristóbal de La Laguna (sede de la diócesis), alternando cada 7 años entre ambas ciudades. Los traslados más recientes han sido, en 1994 (a Santa Cruz), en 1997 (a La Laguna), en 2002 (a Santa Cruz) y en 2009 (a La Laguna), donde se encontró con la imagen del Santísimo Cristo de La Laguna como ya lo hizo en 1997. Ese año la imagen de la Virgen estuvo en la Catedral de La Laguna por un espacio de los 15 días que duró la visita de la Virgen Morenita, la Virgen de Candelaria. También el 22 de mayo de 2009 se encontró la Virgen de Candelaria con el Cristo de La Laguna, como ya lo habían hecho en 1997 y 1964.

En 1994 fue nombrada Alcaldesa Honoraria y Perpétua de Santa Cruz de Tenerife y recibió la Medalla de Oro de la isla, concedida por el Cabildo Insular. También en este último año fué nombrada Alcaldesa Honoraria y Perpétua de la Villa de Candelaria. También desde 1562 a 1771, la imagen de la Virgen de Candelaria ha visitado distintos municipios de la isla en más de 29 ocasiones.

Su día de fiesta original es el 2 de febrero en recuerdo al pasaje biblíco (Luc 2;22-39) de la Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén y la purificación de la Virgen María después del parto, para cumplir la prescripción de la Ley del Antiguo Testamento. La fiesta es conocida y celebrada con diversos nombres: la Presentación del Señor, la Purificación de María, la fiesta de la Luz y la fiesta de las Candelas; todos estos nombres expresan el significado de la fiesta. Cristo la Luz del mundo presentada por su Madre en el Templo viene a iluminar a todos como la vela o las candelas, de donde se deriva el nombre de "Candelaria".

Devoción en España

La historia de esta devoción en España está unida íntimamente a la historia de las Islas Canarias y especialmente de la isla de Tenerife pues fue el lugar donde se dice que apareció. La talla original se conservaba en la Basílica de Candelaria, en el municipio de Candelaria en Tenerife, pero desapareció después de un temporal que azotó la isla. Actualmente hay una réplica de la imagen de tamaño natural en la basílica. La Virgen es de color negro (Virgen negra), lo que le ha dado el apelativo popular de La Morenita.

Debido a que las Canarias eran escala obligatoria en los viajes a América, muchas de sus costumbres fueron exportadas a ese continente. Entre ellas, la veneración a la Virgen de la Candelaria.

La Hermandad de La Candelaria (Sevilla), tiene como titular a esta advocación mariana de la Candelaria.

Historia de la aparición en las Canarias

No hay acuerdo sobre el año de la aparición, pero la mayor opinión es que apareció en la desembocadura del barranco de Chimisay, en el municipio canario de Güímar, 95 años antes de la conquista de Tenerife, es decir aparecería del 1400 al 1401, es por lo tanto la primera aparición mariana de Canarias. Fray Alonso de Espinosa escribió la historia en 1594.

Escenificación de la aparición de la virgen en la Playa de El Socorro, Güímar

Según la leyenda relatada por Fray Alonso de Espinosa, iban dos pastores guanches a encerrar su ganado a las cuevas cuando notaron que el ganado se remolinaba y no quería entrar. Buscando la causa miraron hacia la desembocadura del Barranco de Chimisay y vieron sobre una peña, casi a la orilla del mar, la santa imagen la cual creyeron estar animada. Como estaba prohibido a los hombres hablar o acercarse a las mujeres en despoblado, le hicieron señas para que se retirase a fin de que pasase el ganado. Pero al querer ejecutar la acción, el brazo se le quedó yerto y sin movimiento. El otro pastor quiso herirla con su cuchillo. Pero en lugar de herirla, quedó herido el mismo. Asustados, huyeron los dos pastores a Chinguaro, a la cueva-palacio del mencey Acaymo, para referirle lo acontecido. El mencey fue a ver con sus consejeros. Ella nada respondía pero nadie se atrevía a tocarla. El mencey decidió que fuesen los mismos dos pastores ya heridos quienes la recogieran para llevarla al palacio. Ellos, al contacto con la imagen, quedaron sanados. El mencey comprendió que aquella mujer con el niño en brazos era cosa sobrenatural. El mismo rey entonces quiso llevarla en sus brazos, pero después de un trecho, por el peso, necesitó pedir socorro. Es así que en lugar de la aparición hay hoy día una cruz y en el lugar donde el mencey pidió socorro, un santuario a Nra. Señora del Socorro.

La llevaron a una cueva cerca del palacio del rey hoy convertida en capilla. Más tarde un joven llamado Antón, que había sido tomado como esclavo por los castellanos y había logrado escapar y regresar a su isla, reconoció en la imagen milagrosa a la Virgen María. Él, habiendo sido bautizado le relató al mencey y a su corte la fe cristiana que él sostenía. Así llegaron a conocer a la Virgen María como "La Madre del sustentador del cielo y tierra" (Guanche: Axmayex Guayaxerach Achoron Achaman o Chaxiraxi) y la trasladaron a la Cueva de Achbinico (detrás de la actual Basílica de Candelaria) para veneración pública.

Versión de otros cronistas

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Interior de la Cueva de Achbinico, con la réplica en bronce de la Virgen de Candelaria al fondo.

Según relata don José Rodríguez Moure que un lejano atardecer dos pastores conducen un rebaño de cabras en las costas de Güímar y al torcer una curva del camino, cerca de la desembocadura del barranco de Chinguaro descubrió, uno de ellos, "una mujercita con un niño al brazo derecho y con vestidos distintos a los que usaban las mujeres de la tierra, de pie sobre una roca lo miraba con fijeza".

Así inicia el ilustre dominico lagunero el relato que compuso durante su estancia en el convento de Candelaria donde cuidó de su archivo y del que se ilustró para componer el libro "La historia de la devoción del pueblo canario a Nuestra Señora de Candelaria". Relata cómo el adivino o zahorí Guadameñe (sacerdote aborigen) había pronosticado hacía mucho tiempo que "dentro de unos pájaros grandes de blancas alas vendrían a la Isla, por el mar, otras gentes que se habrían de enseñorear de ella". Estos augurios que formaban parte de los miedos y creencias del pueblo guanche eran del común conocimiento y había dado lugar a que los menceyes hubieran convenido que cada uno de ellos cuidara de su territorio y que los demás le prestaran la ayuda que necesitara en caso de peligro.

Antón Guanche, años más tarde, integrado en una expedición, hizo su entrada por las costas de Güímar con objeto de hacer pillaje en la zona, ya sea robando ganado o cautivando personas que el señor de Lanzarote enviaba a Sevilla para su venta como esclavos. Pero Antón aún conserva recuerdos de su infancia identificando su propia patria y aprovechando la ocasión que se le presenta decide regresar a su antiguo hogar. Permaneció escondido hasta que el velero se retira de la Isla con sus arboladuras hinchadas por la brisa del atardecer. Allí se queda en la soledad del Valle de Güímar vestido con ropas extrañas aunque ha practicado su idioma con otros cautivos y ello le servirá para ser reconocido.

Y dice Rodríguez Moure que Antón fue reconocido y con mucho entusiasmo recibido y junto al rey Dadarmo acudió a visitar la cueva donde tenían depositada a "La celestial imagen de María". Inmediatamente que tuvo ante sí la estatua la identificó con la Virgen y este hecho hizo correr la noticia por toda la Isla y una inmensa muchedumbre guanche se congregó en Candelaria proveniente de los más diversos rincones de Tenerife. Era costumbre traer algún presente en la visita a otros parientes o amigos y en este caso se reunió un enorme rebaño que los guanches regalaron a Guayaserax o Chaxiraxi en testimonio de su devoción.

Antón Guanche convenció al mencey de Güímar de que la imagen no debería de radicar en la casa del propio mencey sino tener su propia casa, eligiendo para ello la espelunca de Achbinico, a la orilla del mar donde aún se guarda culto a San Blas mártir, patrono de la Villa de Candelaria. La leyenda crece en torno a la imagen de la Virgen que en sus diversas variaciones traza profundos surcos en la conciencia religiosa del nuevo pueblo canario que se produce con el cruce entre ambas culturas.

Posible explicación

Ya desde antes de la conquista, el archipiélago Canario era visitado por europeos en expediciones de reconocimiento o en razias de esclavos, pero también eran visitadas por religiosos que pretendían llevar a cabo una labor evangelizadora antes de que se produjera la conquista y anexión política de las islas; de este modo en el siglo XIV se formó un breve obispado en Telde, Gran Canaria. La imagen de la Virgen de Candelaria sería llevada a Tenerife por frailes mallorquines, los cuales probablemente se habrían establecido por un tiempo en la isla introduciendo elementos de la religión cristiana entre los guanches, produciéndose un sincretismo religioso. La Vírgen de Candelaria quizás hubiera sido identificada con el sol (Magec), deidad de los guanches. También se la identificó con Chaxiraxi, la madre de los dioses que adoraban los aborígenes.

La Virgen de Candelaria tras la conquista y Patronazgo sobre Archipiélago Canario

Imagen de la Virgen de Candelaria, Patrona de Canarias, en el camarín con manto marrón o canelo.

La imagen fue robada por los españoles pero devuelta tras una peste que ellos atribuyeron al robo sacrílego. Más tarde, cuando los españoles conquistaron la isla, la devoción ya estaba allí arraigada. En 1526 se edificó el santuario por los muchos prodigios que Dios obraba por Nuestra Señora de la Candelaria.

De las Islas Canarias la devoción se propagó a América. Hernán Cortés llevaba al cuello una medalla de esta imagen. En 1826 la imagen se perdió víctima de una inundación aunque posteriormente fue creada una réplica que actualmente está en la basílica.

En 1599 el papa Clemente VIII la nombra Patrona de Canarias.[1] Más tarde, el 17 de julio de 1867, un Decreto del papa Pío IX, ordena que en cada diócesis solo hubiera un patrono principal, que tenía que ser aprobado por la Santa Sede. Por Decreto de 12 de diciembre de dicho año, el Vaticano designa a la Virgen de la Candelaria patrona principal de ambas Diócesis canarias y Patrona Principal del Archipiélago Canario, lo que se publica en los boletines oficiales canarios en 1868. Por Decreto de 16 de abril de 1914, otorgado por el Papa Pío X, se designa patrona principal de la Diócesis de Canarias a la Santísima Virgen del Pino. Pero aún así la Virgen de Candelaria siguió y sigue ostentando el título de Patrona de Canarias y Patrona Principal del Archipiélago Canario.

Patronazgo reconocido por la Corona Española y El Vaticano

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El Papa Clemente VIII, fué quien declaró a la Virgen de Candelaria como Patrona de Canarias.

Datos históricos sobre el patronazgo:[2]

"Desde Carlos I, en 1534, se hacen llamadas a acudir a Candelaria, Patrona General. El año 1620, día 25, el Papa Inocencio X, en una bula, instituye la cofradía y la llama Patrona General de Canarias. En el año 1599, Clemente VIII la nombra Patrona Universal del Obispado de Canarias, es decir de todo el Archipiélago. El año 1867, Pío IX, a petición de Lluch y Garriga, la nombra Patrona del Archipiélago Canario. Los reyes y los papas, pero sobre todo los reyes, patronos, tienen expresiones como las siguientes: Les exhorto a que pongan como intercesora a Nuestra Señora de la Candelaria, Patrona Universal del Obispado de Canarias (Instrucciones de Agaete, folio 116)".

Coronación Canónica

La Virgen de Candelaria fué coronada canónicamente el 13 de octubre de 1889. La talla de la Virgen de Candelaria se convierte así en la segunda imagen mariana de España en recibir la Coronación Canónica, tras la Virgen de Montserrat (Patrona de Cataluña). Le siguieron la Virgen del Pilar de Zaragoza (Patrona de Aragón), la Virgen de Covadonga (Patrona de Asturias) y la Virgen de los Desamparados (Patrona de Valencia).[3]


Personalidades Políticas, Militares y Religiosas que participan en la Fiesta de Candelaria

  • Consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias
  • Delegada del Gobierno en Canarias
  • Presidente de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife
  • General Jefe del Mando de Canarias
  • General Jefe de Subinspección del Mando de Canarias
  • General Jefe del Estado Mayor
  • Coroneles de la Guardia Civil
  • El Jefe del Tribunal Superior de Justicia de Canarias.
  • Banda del Batallón de Artillería Ligera Canarias Batallón 50.
  • Soldados del Batallón de Artillería Ligera Canarias Batallón 50.

El Triunfo de la Candelaria

Obelisco monumento en honor a la Virgen de Candelaria en la Plaza de la Candelaria de Santa Cruz de Tenerife.
 Artículo principal: Triunfo de la Candelaria

El Triunfo de la Candelaria es uno de los principales monumentos escultóricos de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, está dedicado a la Virgen de Candelaria, la Patrona de Canarias.

En los cuatro laterales del prisma que soporta la pilastra se encuentran cuatro inscripciones. En una se recuerda la razón de la colocación de la Virgen: "Esta sacra pirámide se erige monumento de cristiana piedad para eterna memoria de la aparición de Candelaria, imagen de María Santísima cuyo sagrado bulto adoraron en esta isla los gentiles 10 años antes de la predicación del Evangelio". En la segunda se dice: "Los conquistadores la aclamaron patrocinio especial de Tenerife. Los isleños patrona general de las Canarias. Adórala que es imagen de aquella augusta madre de Dios que por los hombres se hizo hombre". En la tercera se señala que "los regios sucesores de Tenerife, coronados de flores y trayendo por cetros majestuosos las áridas canillas de sus padres, reverenciaron oculto numen en esta santa imagen, vieron la luz de Dios entre las sombras, y la invocaron en todas sus conquistas". La cuarta inscripción nos dice quién fue su donante y en qué fecha se erigió: "A expensas y cordial devoción del capitán D. Bartholomé Antonio Montañez, castellano perpetuo del castillo real de la marina de Candelaria, año de Ntro. Señor Jesu Christo MDCCLXXVIII, el X del pontificado de Ntro. Ssmo. padre Clemente XIII y el IX de la proclamación en Madrid de Ntro. catholico rey y señor,D. Carlos III".


Títulos Principales de la Virgen de Candelaria

La imagen de la Virgen de Candelaria de Tenerife tiene varios títulos y distinciones:

  • Patrona de la isla de Tenerife.[8]
  • Alcaldesa Honoraria de todos los municipios de la isla de Tenerife (1964), cuándo recorrió toda la isla y todos los municipios.
  • Patrona de Acción Ciudadana de Canarias (1939)[12]

La Virgen de Candelaria en la pintura

En el Real Santuario del Cristo de La Laguna, se encuentra un óleo del siglo XVIII, de estilo barroco de la Virgen de Candelaria atribuido a Cristóbal Hernández de Quintana (1651-1725). Es interesante, indicar cómo desde mediados del siglo XVII, Nuestra Señora de Candelaria, fue representada en lienzos tal y como la encontrábamos en el Santuario. En esta imagen, se puede obsevar la antigua escultura revestida con ricos brocados y ataviada con rostrillo. Se encuentran cuadros syuos por toda Canarias, la península e Iberoamerica. También la Virgen de Candelaria ha sido protagonista de ecepción en el arte del bordado canario.

Dentro de la Basílica esta el famoso cuadro de la Coronación Canónica.

Exposición "Vestida de Sol"

Con motivo del traslado multitudinario de la Virgen de la Candelaria a La Laguna en mayo de 2009, el presidente de CajaCanarias, Álvaro Arvelo Hernández, inauguró la exposición “Vestida de Sol. Iconografía y memoria de Nuestra Señora de Candelaria”, que recoge 114 pinturas, esculturas y grabados sobre la imagen de la Virgen Nuestra Señora de Candelaria a travez de los siglos.

Las obras expuestas procedían de la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna, Diócesis Canariense, Archidiócesis de Madrid, Diócesis de Funchal (Madeira), Diócesis de Coro (Venezuela), Universidad de La Laguna, El Museo Canario, Patronato Ossuna, Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, Real Academia de Bellas Artes de San Miguel Arcángel de Canarias y coleccionistas particulares.[13]

En dicha exposición podemos distingir la imagen a travez de cuatro enfoques diferentes:

  • La Virgen Madre: La primera sección se denomina ‘La Virgen madre’ y en ella se sitúan los pasajes de la Purificación de la Virgen y la Presentación del Niño dentro del ciclo infantil de Cristo.
  • La Virgen Embajadora: La condición de la Virgen como conquistadora pacífica, como primera evangelizadora de pueblo guanche, centra el contenido y el mensaje de la segunda sección que, a su vez se divide en dos secciones.
  • La Virgen Peregrina: A lo largo de la historia, especialmente entre las décadas finales del siglo XVI y mediados del siglo XVIII, Nuestra Señora de Candelaria fue trasladada a La Laguna en diversas ocasiones, aunque no con periodicidad fija, sobre todo con motivo de diversas adversidades: sequías, epidemias y otras circunstancias negativas.
  • La Virgen Retratada: A lo largo del Antiguo Régimen no dejaron de realizarse pinturas en diversos formatos y composiciones que, perdida la imagen original, constituyen un valioso testimonio sobre las diferentes modas de vestirla, sobre su ropero y su joyero. Las representaciones de la Candelaria, protagonistas de esta última sección, se encuentran arropadas por las de otras devociones marianas locales y foráneas, componiendo una particular galería mariana de signo barroco.

Palabras del Obispo de la Diócesis de Canarias hacia la Virgen de Candelaria

«La Imagen en todo su conjunto es reflejo de lo sobrenatural, e inspira amor y adoración.» «El Obispo D. Fernando Suárez (1589) vio, consideró y contempló la Santa Imagen de La Candelaria y afirmó varias veces en mi presencia que no había visto imagen alguna (aunque había visto muchas) que así le moviese a devoción ni que mostrase más divinidad que ésta.»[14]


La Virgen de Candelaria y los Santos y Beatos Canarios

Santo Hermano Pedro, Primer Santo Canario y devoto de la Patrona de Canarias, la Virgen de Candelaria
Retrato del Padre Anchieta

El Primer Santo Canario (Pedro de San José Betancur) fué un devotísimo de la Virgen de Candelaria, de él se dice que iba todos los días a misa a su santuario, he incluso cuando cuidaba su ganado acudía a Candelaria donde estaba horas, mientras que su ganado aunque estaba suelto por los pastos no se escapaban. Uno de sus deseos cuando marchó a Guatemala fue volver a su tierra he ir en peregrinación al Santuario de la Candelaria.

Otro gran beato canario devoto de la Virgen de Candelaria fué el lagunero José de Anchieta, quién escribió un poema a la Virgen:

"Ya eres elevada, Virgen y Madre santa de Dios, sobre las cumbres radiantes del alto Olimpo. Ya eres asunta, insigne, sobre los coros angélicos, y glorificada con el primer puesto. Brillan los astros, se abre el espacioso firmamento, los ejércitos menores te dejan paso; te rinden, al subir, el tributo de tu merecida alabanza, y cantan con gran voz este himno:

"¡Salve, Virgen, Madre dignísima de nuestro Señor! ¡Señora, gloria primera de nuestro ejército! El que encierra en su mano el ancho orbe del universo, se encerró, bendita, en tus entrañas..."

("De Beata Virgine Dei Matre Maria", Beato José de Anchieta).

También Sor María de Jesús (la monjita incorrupta de Tenerife), también fué muy devota de la Virgen de Candelaria.

Ajuares y mantos de la Virgen

Uno de los asuntos que más llaman la atención a los tinerfeños es el ritual secreto de vestición de la virgen, ya que en las fechas cercanas al 2 de febrero y al 15 de agosto, la imagen es bajada en secreto del camarín hasta colocarla en un trono procesional repujado en plata, donde se la reviste con los mantos de festejos. El subprior de la orden en Candelaria explica que de esta labor se encargan una cuadrilla de voluntarios y los frailes, todos ellos hombres, algo muy llamativo cuando lo habitual es que las imágenes marianas cuenten con una corte de camareras.

"Esta ceremonia es por una cuestión de intimidad, cuidado y respeto, además de que es una tradición que es importante mantener", explica Alexis González, quien detalla que la imagen se carga a mano al trono, donde se la viste y se le colocan las numerosas joyas, fruto de donaciones. En este sentido, el subprior explica que, "cuando recibimos una donación, pedimos su voluntad y que si se puede destinar a una función social".[15]

Algunos de los mantos de la virgen son:

  • Matos rojos en infinidad de tonalidades (claro, fuego, oscuro etc...). Algunos de ellos regalados por la comunidad de los Dominicos de Candelaria y la comunidad hindú.
  • Manto verde (dos de la misma tonalidad). Uno de ellos regalados por una familia de Garachico que actualmente viven en Madrid.
  • Manto dorado (el original de la virgen).

Túnicas de la virgen:

  • Dorada (tradicional).
  • Blanca.
  • Azul.

Coronas y joyas:

  • La "Corona rica" es la que usa habitualmente en el camarín.
  • La "Corona fina" es la que usa en procesión.
  • Candelas de oro, posee varias.
  • Rosarios de oro y piedras semipreciosas, posee varios.
  • Anillos, posee una infinidad de anillos.

Descripción de la imagen original

Descripción sobre la talla original hecha por Fray Alonso de Espinosa primero, y posteriormente Fray Juan Abreu Galindo:

La imagen es de más o menos 5 palmos de altura (aproximadamente 1 metro), contando con la peana en que apoyaba los pies. Su posición era de pie, con la cabeza recta y mirando al frente, teneindo en el brazo derecho al Niño Dios, desnudo, las piernecitas dobladas y los brazos también. Aprisionaba por las alas un dorado pajarito de moñita o peineta, y por último, la Imagen del Niño tenía la cabeza ladeada a la derecha y miraba a algo que estaba a los pies de la Madre. El brazo izquierdo de la Virgen, en posición inverosímil, sostenía al Niño, y en la mano izquierda, que se presentaba en posición cerrada y muy natural, tenía un trozo de vela como un jeme de color verde, que daba a entender podía aumentarse con otro, a voluntad, y por último apoyaba las plantas de los pies sobre una tabla redonda o peana, como de cuatro centímentros de alto, pintada de color encarnado, descubriendose la parte externa del pie izquierdo que salía un poco del diámetro de la peana. La indumentaria constituíala una túnica dorada, imitando el color amarillo, desde el cuello hasta los pies, haciendo el talle un cinturón cerrado, azul, como de dos centímentros de altura. El manto, también azul obscuro, salpicado de flores de color de oro, calíale desde los hombros por uno y otro lado del cuerpo, sujetándolo sobre el pecho una traba cuerda encarnada. La parte del pie que se dejaba ver por los bajos de la túnica, presentaba calzado un chaplín cerrado, de color encarnado. La cabeza de la Santa Imagen adornábala hermosa cabellera partida a la mitad, cayendo sobre los hombros en seis ramales tendidos por la espalda. El rostro muy proporcionado a la estatura, era ligeramenmte ovalado, adornado por rasgados ojos, boca pequeña y bien plegada y con unas hermosas rosas en las mejillas. La Imagen esta adornada en el cuello del vestido, cinturón en los extremos de las mangas y al pie de la túnica con unas letras, que aún en la actualidad, no ha podido entendere su significado.

Fr. Alonso de Espinosa y Fr. Juan Abreu Galindo


Actualmente en la Cueva de Achbinico (situada detrás de la Basílica de Candelaria), existe una copia en bronce fiel a la imagen original, que permite acerse una idea de como debió de ser la antigua talla mariana.

La imagen actual de la Virgen

Archivo:Virgendecandelariadecerca.JPG
Virgen de Candelaria en su trono de plata.

Como consecuencia de la desaparición de la primera Imagen, en el temporal de 1826 ya comentado en este suplemento, hubo que realizar las fiestas de febrero de 1827 sin imagen alguna, utilizándose el óleo existente en el Convento.

Dado el valor religioso de la Virgen de Candelaria, los frailes encargaron al escultor orotavense Fernando Estévez (1788-1845), calificado como "el mejor imaginero tinerfeño" una nueva imagen. Sus cualidades artísticas y el reconocimiento del sentir del pueblo hacia la Patrona de Canarias le hicieron concebir una imagen ligeramente distinta, original, perfecta dentro del estílo neoclásico (con formas realistas y barrocas) que, en un primer momento -empezó a hacerla en agosto de 1827-, confundió a los fieles, si bien pronto sería igualmente venerada.

Según María Jesús Riquelme los rituales y milagros atribuidos a la Virgen de Candelaria desde su aparición en nuestras costas y el tener el título de "Patrona Universal" de nuestro Archipiélago hicieron pensar a Estévez en la profunda significación esotérica que, sin negar la tradición cristiana de María, tenían las "Vírgenes Negras" desde el medievo, de reconocida fama y milagros. Sin embargo, no siguió rígidamente todas las directrices presentes en éstas, en las que, se cuida especialmente la ejecución del rostro, no tanto la del Hijo, lo que no ocurre en nuestro caso. Tampoco coincide la altura, que en las medievales es de 70 cm. más 30 cm. de peana y la nuestra excede en 90 cm. más del total.

Sí sigue el estilo en los ropajes, con predominio constante de azules, blancos y dorados; además se han encontrado imágenes medievales que también presentan telas encoladas pintadas.

La negrura del rostro puede tener un valor simbólico de gran profundidad; para el peregrino puede significar duda y pecado. En la alquimia medieval el negro está considerado como la propia naturaleza femenina. Su forma, trazo de la nariz y los ojos almendrados son una característica oriental propia de estas imágenes, hecho que también se da en la obra de Estévez.

La actual imagen fue restaurada en 1972 por el escultor orotavense recientemente Ezequiel de León. Su trabajo consistió en hacer un cuerpo pleto de brazos fijos -en los que insertó las manos de Estévez- tallado madera de cedro y adaptando cabeza de la Virgen convenientemente encolada a éste; también policromó e historió la túnica con los típicos letreros que tenía la lmagen desaparecida. Asimismo, realizo un impresionante trabajo de restauración (carcoma, brazos totalmente desarmados,...).

La belleza y perfección en los rasgos de la Virgen actual de 1,60cm., así como en su Hijo, han sido ampliamente comenta Así, el Dr. Hernández Perera. catedrático de Historia del Arte en Universidad Complutense de Madrid dijo que "Entre las Vírgenes obras de Estévez, bastaría únicamente la de Candelaria para inmortalizar a su autor".[16]

Curiosidades iconográficas de la imagen actual

Primera: Por norma general, en las imágenes de la Virgen María con el Niño Jesús recostado en los brazos, el Niño suele ir en el brazo izquierdo, por una razón elemental de sentido maternal (la madre lleva al hijo en la mano izquierda para darle de comer y cuidarlo con la mano derecha). La imagen de la Candelaria tiene, por el contrario, al niño recostado en el brazo derecho. Detalle raro y muy original.

Segunda: El Niño Jesús tiene asido entre sus manos un pajarito. Sin duda es símbolo de las tórtolas o pichones que la madre estaba obligada a entregar, según la Ley de Moisés, cuando iba a presentar a su hijo en el templo.[17]

Las extrañas letras de la talla original de la Virgen

Además, talladas en los ropajes de la Virgen de Candelaria original existían unas extrañas letras cuyo significado aún se desconoce. La actual talla de la Virgen de Candelaria también lleva impresas estas letras. Éstas eran:

En la pretina del cuello:

ETIEPESEPMERI

En la manga izquierda:

LPVRINENIPEPNEIFANT

En la parte inferior de la túnica:

EAFM IPNINI FMEAREI

En el cinturón:

NARMPRLMOTARE

En el manto, en el brazo derecho:

OLM INRANFR TAEBNPEM REVEN NVINAPIMLIFINIPI NIPIAN

En la orla de la mano izquierda:

EVPMIRNA ENVPMTI EPNMPIR VRVIVINRN APVI MERI PIVNIAN NTRHN

En la parte trasera, en la cola:

NBIMEI ANNEIPERFMIVIFVE

La Orden de los Dominicos y la Virgen de Candelaria

Los Religiosos Dominicos llegaron Canarias en misión evangelizadora. Llegaron como pioneros los padres Pedro de las Cañas y Juan de Lebrija a la isla de Gran Canaria, procedentes de Jerez de la Frontera, el año 1520 y en 1522 estrenaron el convento de San Pedro Mártir, en la ciudad de Las Palmas. Cinco años más tarde, fundaron el convento de Santo Domingo de La Laguna, en la isla de Tenerife (1527).

El obispo de Canarias (entonces había un solo obispo para todas las islas), en documento oficial dispuso: «Nos, don Luis Cabeza de Vaca, obispo de Canarias, en este año presente de mil y quinientos y treinta, ordenamos y mandamos que la iglesia e imagen de Nuestra Señora de Candelaria sea dada a la Orden de Santo Domingo.

Esta data fue en la ciudad de San Cristóbal de La Laguna, en nueve días de agosto del año dicho.

Tomaron posesión el 17 de agosto de ese mismo año y quedaron establecidos en el santuario con alegría de todos los vecinos de la isla».

El Papa Paulo III, máxima autoridad eclesiástica, en bula fechada en Roma el 11 de marzo de 1542 subsana cualquier deficiencia que en las licencias y donaciones pudo haber por disposiciones de viva voz, y concede a los Religiosos Dominicos, a perpetuidad, la imagen y el santuario de Nuestra Señora de la Candelaria.

Los dominicos tuvieron que exiliarse. Los fieles repetían, una y mil veces, frases de agradecimiento, promesas de recuerdo y esfuerzos para conseguir un pronto retorno.

Cuentan que una mujercita menuda, cargada de años, encorvado, conocida en el pueblo por su amor a la Virgen, exclamó, a modo de profecía:

«No sufran; la Virgen me dijo que los dominicos volverán.»

Y volvieron. La profecía de la buena mujer se cumplía. El bache se subsanaba y el hilo cortado volvía a unirse.

El 17 de diciembre de 1921, el obispo de Tenerife, don Gabriel Llompart Jaume expide un documento que merece la pena leerse con atención:

"Considerando que el Excmo. e Iltmo. Cabildo Catedral y el Consejo de Administración diocesano de este obispado han dado su consentimiento favorable para que cedamos el usufructo del convento de nuestra Señora de Candelaria a los Padres Dominicos de la Bética. Considerando que es indiscutible el derecho que la Orden de Predicadores tiene a la propiedad de la iglesia de nuestra Señora de La Candelaria por haber sido despojada injustamente por la exclaustración del año 1.835 y no haber habido por parte de ella renuncia de sus derechos ni transmisión de propiedad por parte de la Santa Sede, quedando dicho templo desde aquella fecha bajo la simple custodia diocesana por ausencia violenta de sus legítimos dueños."

Considerando lo útil y provechoso que ha de ser para esta diócesis la restauración en la misma de la Orden de los PP. Predicadores.

La primera comunidad (1530) tenía tres religiosos; en el siglo XVIII llegaron al crecido número de treinta; la constante histórica normal ha sido de cuatro a seis religiosos, y en nuestros días (1982) integran la comunidad seis padres y un hermano.[18]


La Virgen de Candelaria en la literatura

Se han escrito varios libros que tratan o mencionan a la Virgen de Candelaria entre ellos:

"Del origen y milagros de la Santa Imagen de nuestra Señora de Candelaria, que apareció en la Isla de Tenerife con la descripción de esta Isla" es la primera historia de Tenerife, además de ser el segundo libro impreso que trata exclusivamente sobre Canarias. La obra, de fray Alonso de Espinosa, es una de las fuentes etnohistóricas más importantes sobre el pasado del Archipiélago, siendo citada y comentada por la mayoría de historiadores posteriores.

Fué concebida para dejar constancia escrita del origen y los milagros de la popular virgen morena. Para ello, Espinosa efectuó un encomiable trabajo de campo recogiendo testimonios, empapándose a menudo del saber oral de los guanches viejos o de sus descendientes inmediatos. Así, a la vez que perpetuaba la grandeza de su estimada imagen, lo hacía también con el no menos interesante pasado isleño.

"La Historia de Nuestra Señora de Candelaria" se divide en cuatro libros. El primero de ellos constituye el marco geográfico e histórico del tema principal de la obra, incluyendo la descripción de la isla de Tenerife y sus antiguos pobladores. El texto, junto con el tratado histórico atribuido a fray Juan de Abreu Galindo y el libro de Leonardo Torriani, «es la mejor fuente de que disponemos sobre el modo de vivir y las costumbres de los guanches», en opinión del profesor Cioranescu (Espinosa 1980: XXVIII).

En el Libro Segundo, los guanches ejercen de actores principales en la narración de la aparición de la Virgen. Los bandos de Güimar y Taoro serán los más mencionados: el primero, por haber sido el lugar donde apareció la imagen; el otro, por tratarse del menceyato más importante de la Isla. El tercer libro se ocupa de la conquista de Tenerife y de la historia de la imagen de Candelaria, mientras que en el Libro Cuarto se exponen los milagros atribuidos a la Virgen.

En cuanto a libros antiguos sobre Candelaria, varias copias han sobrevivido hasta nuestros días, pues xisten sendos ejemplares en la Biblioteca Nacional de París, en el British Museum de Londres, en la Hispanic Society de Nueva York y en la biblioteca particular del duque de T’Serclaes» (Espinosa 1980: XXXV-XXXVI). Además, menciona una copia adquirida por El Museo Canario de Las Palmas, otra en posesión de un particular de Tenerife y, por último, un ejemplar que desapareció «modernamente» de la Biblioteca Municipal de Tenerife, y que «probablemente sigue existiendo, sin que conozcamos su paradero» (Espinosa 1980: XXXVI).[19]

Oración oficial a la Virgen de Candelaria

Esta es la oración tradicional a la Virgen de Cadelaria.[20]

"Virgen de La Candelaria,

Madre de Dios y Madre Nuestra,

Patrona de Canarias."


Con toda la devoción

y confianza que un hijo pone en su madre, quiero ofrecerte, hoy, mi persona, mis cosas

y mi vida entera."


Acéptalas, Madre mía.

Te pido protección para aquellos hijos tuyos que, por circunstancias de la vida, se encuentran fuera de sus hogares

y desde lejos te invocan con sincero corazón."


Dulce Virgen de La Candelaria,

consuelo de los afligidos y Reina de los hogares cristianos; derrama tu gracia sobre nosotros y sobre nuestras familias; y haz que, sin olvidarnos de Ti, tengamos siempre salud y paz.

Amén."


Personajes famosos que fueron devotos de la Virgen de Candelaria

  • Mencey Acaymo (Rey Guanche, fué el que gobernaba el Menceyato de Güímar cuándo se apareció la Virgen, también todos los demás menceyes de los diferentes menceyatos fueron devotos de la Virgen de Candelaria). También los dos pastores guanches que presenciaron la aparición.
  • Rey Felipe III (Rey Español, fué el Rey que le otorgo el título de "Real" al Santuario de Candelaria).
  • Fray Alonso de Espinosa (Religioso español y cronista de la isla de Tenerife, fué quién puso por escrito la historia de la aparición de la Virgen de Candelaria).

La Virgen de Candelaria y los Emigrantes Canarios

Pero será con la notable migración canaria acaecida en todos los confines de Venezuela y Latinoamérica desde el último tercio del siglo XVII, en la que un considerable número de familias de ese origen se desplazan a esas tierras cuando estos nuevos colonos difundirán por todos los lugares que se asientan el culto a su Patrona. La Candelaria es la Patrona de Canarias, que según la leyenda se le apareció en torno a 1390 en las playas sureñas de Chimisay, a los primitivos habitantes de la isla, los guanches, pueblo neolítico que dedicado a la ganadería y a la agricultura de subsistencia que fue sometido en 1496 por los conquistadores. Fusionado con elementos sincréticos propios de la religiosidad aborigen, la devoción a la Candelaria, madre del sustentador del cielo y de la tierra, como era su nombre en lengua aborigen, culto a caballo entre las creencias solares y lunares, se expandió por el sur de Tenerife con anterioridad a la conquista, lo que la facilitó y llevó a los bandos tribales de esa zona a su inclusión entre los partidarios del conquistador Alonso Fernández de Lugo.

El culto a la Candelaria se difundió por las siete Islas Canarias. El conjunto de los inmigrantes isleños llevarían a América como seña de identidad a la Candelaria. La razón es obvia, en primer lugar, por ser la Virgen más extendida por toda la faz insular y, en segundo lugar, por constituir la emigración tinerfeña la abrumadoramente mayoritaria al ser la isla más poblada, cuyo número entonces superaba al conjunto de las restantes, y por ser la más afectada por la crisis vinícola, al ser la que dependía más estrechamente de la cotización de sus caldos.

En efecto, después de siglo y medio de espectacular expansión económica, mientras que la Península Ibérica vivía un período de grave penuria, se comienzan a experimentar en el último tercio del siglo XVII los primeros síntomas de la depreciación internacional de sus vinos. La emancipación de Portugal de la Corona española y su conversión en aliado preferencial de Gran Bretaña prohíbe las exportaciones canarias de vidueño a las colonias portuguesas y británicas de América y paulatinamente gravará hasta prácticamente hacer desaparecer o reducir al mínimo las de malvasía al mercado británico.

Paralelamente Venezuela irrumpe en el último tercio de la centuria como un gran centro expansivo del cacao, al mismo tiempo que en su región central, con la fundación de San Carlos Cojedes con familias canarias, se dan los primeros pasos para la colonización efectiva de los Llanos. El predominio abrumadoramente mayoritario de la migración tinerfeña en Venezuela contribuirá a la expansión del culto a la Candelaria en el país. Un amplio número de familias, con una elevada participación y presencia de las mujeres, traerá consigo una consolidación y permanencia de los lazos culturales de esa migración canaria que llega a superar el 70% de los inmigrantes blancos en la Caracas urbana y que supone más del 90% en las parroquias rurales de ese valle y en otras regiones de Venezuela. Actualmente la Virgen de Candelaria está representada en toda Latinoamérica.[21]

Curiosidades tras la desaparición de la imagen original

Tras la desaparición de la primitiva Virgen de Candelaria en 1826 (junto a la supresión del convento y el gran despojo sufrido en el Santuario), los responsables del culto de las otras dos importantes imágenes marianas del Sur (la Virgen de las Mercedes o de Abona y la Virgen del Socorro) entraron en abierta rivalidad por atraer a sus respectivos santuarios las populares romerías.

Muchas diligencias se hicieron para encontrarla: se vigilaron las costas, se enviaron barcos a recorrer los mares de entre las islas, se removió el litoral desde la playa a la Cueva de San Blas; pero todo fue en vano.

Este fortísimo aluvión -calificado como el mayor de los ocurridos después de los tiempos de la conquista- y la desamortización de 1835, que significó la expulsión de los religiosos dominicos y la incautación por parte del Estado del edificio del Convento y todos sus bienes, hundieron al Santuario en la más completa desolación y ruina. Las piezas de plata y las joyas incautadas tuvieron suficiente cargo para ocupar siete camellos, que las transportaron en recua a la aduana de Santa Cruz de Tenerife.

La Virgen de Abona se encontraba en la ermita situada en La Punta de Abona (Arico), en cuya playa aparecieron nada menos que dos tallas de la Virgen en los siglos XV y XVIII. Estas tallas se conservan actualmente en las iglesias de Arico el Nuevo y Villa de Arico respectivamente y son piezas artísticas de gran valor. Según el historiador Domingo Martínez de la Peña en su libro "Historia de Arico", esto dio lugar a un ruidoso pleito interparroquial que concluyó con el incendio presuntamente intencionado en 1835 de la ermita de la Punta de Abona, que fue abandonándose y en 1850 quedaba muy poco de sus ruinas.

Por su parte, los vecinos de Güímar, hacían esfuerzos por traerse las romerías de Candelaria a la Ermita del Socorro, que, estando dentro del término de su jurisdicción, marca el lugar donde había aparecido la antigua Imagen. Para ello habían obtenido licencia para trasladar la fiesta de su ermita, del tercer domingo de octubre en que estaba establecida, al 8 de septiembre, en que en Candelaria celebrase la de la Natividad. Su párroco, Agustín Díaz Núñez, alrededor del año 1863, sostenía que habiéndose quemado el Santuario de Abona y decaída la fiesta en este día en el de Candelaria, con la traslación solicitada no se causaba ningún perjuicio.

Volviendo al relato de las obras del templo de Candelaria tras las lluvias torrenciales de 1826, se encarga una nueva Imagen al escultor orotavense Fernando Estévez (año 1930). Es curioso resaltar que durante sus primeros años la corona fue de hoja de lata y los sucesivos párrocos hubieron de ingeniárselas para sufragar los correspondientes gastos de la parroquia y las fiestas, sacrificando incluso sus propios caudales. Poco a poco se va reconstruyendo el tesoro perdido de la Santa Imagen y pueden adquirirse unas coronas de plata para la Virgen y el Niño.

A pesar de las horas bajas por las que pasaba, el 13 de octubre de 1889 tiene lugar la Coronación Pontificia de la Santa Imagen en un multitudinario acto. Como el modesto templo existente no tenía capacidad para contener a la concurrencia, se dispuso en la playa un gran tablado o tribuna en la que se situó el trono y altar donde situar a la Santa Imagen. La tribuna y el espacio de un gran templo se cubrieron con un bien trazado toldo, aunque un huracán de viento que se levantó el día anterior lo destruyó y el acto tuvo que celebrarse al aire libre.[22]

Devoción actual en las Islas Canarias

Plaza y Basílica de Candelaria.

Como patrona general del archipiélago, la Virgen de Candelaria, tiene un papel especial en las celebraciones religiosas de las Canarias, España. Como la talla original desapareció en el mar en 1826 a consecuencia de un aluvión, se creó una réplica que se encuentra actualmente en la Basílica de Candelaria, en Tenerife, siendo el autor el escultor orotavense Fernando Estévez.

La Virgen de Candelaria, se encuentra en lo alto del altar-camarín de la Basílica de Nuestra Señora de la Candelaria, a donde pueden acceder los fieles varias veces al día cuando acaban las misas. La Virgen de Candelaria está entronizada en un trono de madera con motivos vegetales dorados y rodeada de dos ángeles a los lados, la virgen tiene un cuarto creciente (media luna) a sus pies, que hace alución al Apocalípsis 12, "Apareció en el cielo una señal grande, una mujer vestida de sol, con la luna a sus pies". A la imagen de la virgen que es de vestir, se le cambian frecuentemente los mantos por otros de diferentes colores.

La comunidad hindú de Tenerife también venera a la Virgen de Candelaria. Esta comunidad le ha regalado a la Virgen de Candelaria multitud de mantos ricamente bordados. Tanto la Basílica de la Candelaria como la Virgen tienen la categoría de Bien de Interés Cultural, declarada como tal por el Gobierno de Canarias.

A la Virgen de Candelaria se la llama cariñosamente en Canarias "La Morenita". En España existen otras vírgenes negras conocidas con el nombre de "morenita" o "moreneta" (esta última palabra en catalán) como la Virgen de Montserrat, (Barcelona, Cataluña) o la Virgen de Lluc, (Mallorca, Baleares).

Una canción popular de la Virgen de Candelaria dice:

"Virgen de Candelaria.

La más bonita, la más morena la que tiende su manto,

desde la cumbre hasta la arena."


Himno de la Virgen de Candelaria

Salve, salve, Virgen morenita, dulce madre del divino amor, clara estrella de esperanza nuestra, luz que irradia del eterno sol.

De Canarias la Patrona excelsa nuestras islas con fervor te aclaman, y admirando tu piadoso influjo, Madre y Reina con amor te llaman.

Tu candela nos alumbra y guía por la senda de la fe más alta, como un faro que señala al mundo los caminos de la Eterna Patria.

Templo abierto diéronte las cumbres y de arena bello ser la playa, blanco perla tu dosel las nubes y su arrullo las marinas aguas.

Candelaria, pueblo venturoso, relicario de tu imagen santa, horno y centro del amor isleño, cuna y fuente de la fe canaria.

Origen bíblico de la Fiesta de La Candelaria

Simeón recibe a Jesús en el templo, según una pintura de Rembrandt

Inicialmente la fiesta de la Candelaria o de la Luz tuvo su origen en el Oriente con el nombre del "Encuentro", posteriormente se extendió al Occidente en el siglo VI, llegando a celebrarse en Roma con un carácter penitencial.

Su fiesta se celebra, según el calendario o santoral católico, el 2 de febrero en recuerdo al pasaje biblíco de la Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén (Lc 2;22-39) y la purificación de la Virgen María después del parto, para cumplir la prescripción de la Ley del Antiguo Testamento (Lev 12;1-8).

La fiesta es conocida y celebrada con diversos nombres: la Presentación del Señor, la Purificación de María, la fiesta de la Luz y la fiesta de las Candelas; todos estos nombres expresan el significado de la fiesta. Cristo la Luz del mundo presentada por su Madre en el Templo viene a iluminar a todos como la vela o las candelas, de donde se deriva el nombre de "Candelaria".

Y como se cumplieron los días de la purificación de ella, conforme á la ley de Moisés, le trajeron á Jerusalem para presentarle al Señor

María y José llevaron a Jesús al templo y según la costumbre, ofrecieron como sacrificio dos tórtolas. En el templo se encontraba Simeón que tenía fama de ser un hombre justo. Al verlos tuvo la convicción de que actuaba impulsado por el Espíritu, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo el Nunc dimittis. Las escrituras lo narran así:

Y los bendijo Simeón, y dijo á su madre María: He aquí, éste es puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel;


Origen Canario de la Fiesta de La Candelaria

La Festividad de la Virgen de Candelaria se empezó a celebrar en Canarias desde 1497 cuando el conquistador de Tenerife, Alonso Fernández de Lugo, celebró la primera Fiesta de las Candelas, coincidiendo ésta, con la Festividad de la Purificación de la Virgen. Cada año se recuerda la presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén realizada por San José y la Virgen María, para cumplir con el rito de la purificación. Según las leyes judías, se debía ofrecer al templo dos tórtolas o palomas por el nacimiento de un hijo primogénito, razón por la cual el Niño Jesús, al que lleva la Virgen en su brazo derecho, tiene entre sus manos un "pajarito". Las velas juegan un importante papel en este día, pues simbolizan a Jesús como luz de todos los hombres, durante el acto que se conoce con el nombre de "Procesión de Las Candelas", organizada en la noche del 1 al 2, y para la que se apagan las luces del casco de la Villa mientras los feligreses durante la marcha, rezan el Rosario con las velas encendidas.

Las Fiestas de la Virgen de Candelaria (Fiesta Patronal del Archipiélago Canario)

Virgen de Candelaria, en su trono procesional.

El 2 de febrero se celebra universalmente la Fiesta de la purificación de la Virgen, si bien en Canarias la festividad de Candelaria se celebra también en verano, el 15 de agosto, por ser ésta una fecha vinculada a antiguas festividades de los aborígenes de Canarias (guanches).

En las fechas cercanas al 2 de febrero y al 15 de agosto (días de su fiesta), la imagen es bajada en secreto del camarín hasta colocarla en un trono procesional repujado en plata (que es uno de los dos tronos de plata que tiene, y que fue hecho por un artista lagunero), mientras la Virgen está en su trono procesional se coloca detrás de la mesa eucarística y delante del altar, un dosel colocado tras el trono procesional tapa la boca del vacío camarín.

En la noche del 14 al 15 de agosto se realiza la "Caminata a Candelaria" con gentes venidas de todas las islas y de fuera de ellas, y por supuesto de Tenerife. Cada 14 de agosto se celebra la romería ofrenda, floral y folclórica a la Patrona de Canarias en la que participan agrupaciones venidas de todas las Islas Canarias, además de cada uno de los municipios de Tenerife, con trajes típicos de magos, en la que le entregan a la virgen los productos típicos de la tierra. Al concluir esta manifestación folclórica ya al atardecer, tiene lugar la representación del hallazgo o aparición de la virgen a los guanches para después procesionar la sagrada imagen por las calles de la villa donde se tiran fuegos artificiales y se le canta el Himno a la Virgen de Candelaria. A la mañana siguiente ya el día 15 el "día grande" se hace una solemne misa precedida por el obispo de la Diócesis Nivariense y un representante del Rey de España, para después procesionar la imagen de la Virgen de Candelaria alrededor de la Plaza de la Patrona de Canarias.

Los traslados de la Virgen

Según apuntan diversos cronistas, desde 1562 a 1771, la imagen de la Virgen de Candelaria ha visitado distintos municipios de la isla de Tenerife en más de 29 ocasiones. En 1582, la Virgen de Candelaria fue trasladada al municipio y ciudad de La Laguna como rogativa y protectora por las epidemias. Durante el siglo XX, la actual imagen ha salido de su Santuario en cuatro ocasiones: en 1939 a Santa Cruz de Tenerife y a La Laguna, con motivo de las fiestas de La Victoria. En 1964, en comunión y solidaridad con la Diócesis, recorrió cada rincón de Tenerife con el fin de recaudar fondos para la construcción del Seminario Diocesano. Con motivo del V Centenario de la ciudad, en 1994 se trasladó, nuevamente, a la capital tinerfeña y, en 1997, hacia La Laguna al conmemorarse el V Centenario de la Fundación de la ciudad.

En octubre de 1994 permaneció casi dos semanas en la Iglesia Parroquia de San Francisco de Asís en pleno corazón de Santa Cruz. Fue nombrada Alcaldesa Honoraria del municipio capitalino y ciudad de Santa Cruz de Tenerife y recibió la Medalla de Oro de la isla, concedida por el Cabildo Insular. También en ese año fue nombrada Alcaldesa Honoraria y Perpetua de la Villa de Candelaria.[23] Después, en abril de 1997, la virgen volvió a salir de su basílica, esta vez para ir hasta la ciudad y el municipio de San Cristóbal de La Laguna, donde se hospedó en la Catedral de La Laguna, también se encontró con la imagen del Santísimo Cristo de La Laguna, como ya se habia encontrado en 1964. También el 22 de mayo de 2009 se encontró la Virgen de Candelaria con el Cristo de La Laguna.

Con el cambio de siglo, la visita de la Virgen de Candelaria a Santa Cruz de Tenerife y a San Cristóbal de La Laguna, fue instituida mediante decreto por el Obispo, Felipe Fernández, el 15 de agosto de 2001. En el mismo se fija “una Visita periódica de la Virgen de Candelaria a la ciudad de Santa Cruz de Tenerife y a la ciudad de San Cristóbal de La Laguna cada siete años, alternativamente, comenzando por el traslado de la venerable Imagen a Santa Cruz en 2002 y continuando por el traslado de la misma Imagen a San Cristóbal de La Laguna en 2009, y así sucesiva y alternativamente.” En 2002, la imagen de la virgen se hospedó en la Iglesia Matriz de la Concepción de Santa Cruz de Tenerife. Y en 2009 en la Iglesia de la Concepción de La Laguna, ya que la Catedral de La Laguna estaba en obras de rehabilitación.

Cuando la Virgen es trasladada a Santa Cruz de Tenerife o a La Laguna usa el llamado trono-móvil o "Yaya-móvil" como es conocido popularmente, ese transporte para grandes recorridos tiene una urna de metacrilato que proteje la imagen. La primera vez que estrenó este trono fue en el año 2002, año en que la Virgen de Candelaria se trasladó a Santa Cruz de Tenerife.

Cada año que la imagen es trasladada suele crearse un cartel anunciatorio de dicho evento (al igual que todos los años en sus fiestas patronales); en el año 2002 (cuando se trasladó a Santa Cruz), el cartel fué una foto de la virgen de perfil con el manto verde esperanza, el fondo del cartel de color violeta y encima de la corona de la virgen el lema: María peregrina en la fe.

En 2009 (traslado a La Laguna), el cartel fué una imagen de la mitad superior de la Virgen, con un manto rosado o salmón, y detrás de ella la famosa Torre de la Concepción de La Laguna, sobre fondo apergaminado de color marrón. El lema escogido para este año es, María, vida y esperanza nuestra. Asimismo, en la parte inferior también se recoge una imagen del campanario de la Basílica de Nuestra Señora de la Candelaria con las fechas del 50º Aniversario de su consagración.

Virgen de Chinguaro, en Güímar (Tenerife).

Historia de los numerosos traslados de la Virgen

Al tratar sobre las diversas visitas de la Virgen de Candelaria a La Laguna (antigua Capital de la isla), mencionamos como la de 1588 originó un famoso pleito de los naturales descendientes de los guanches con el Cabildo, al sostener éstos que su condición de naturales les otorgaba el derecho exclusivo de cargar la Santa Imagen en todas sus visitas. Es éste el hecho que narramos en estas páginas.

El origen de los hechos se remonta a la fiesta del 2 de febrero de 1587, cuando el Cabildo despojó a los descendientes de los guanches de la exclusividad de cargar la Sta. Imagen que venían ejerciendo. Según Rodríguez Moure, en esta época "en que el pujo nobiliario llegó a invadir el terreno de la exageración y del ridículo, por el Cabildo de la Isla se designó para diputados de fiestas (...) a los regidores Cristóbal Trujillo de la Coba y Gaspar Yanes Delgado, quienes en virtud de su cargo fueron a Candelaria, en la fiesta del 2 de febrero, en representación de aquel alto Cuerpo al cual pertenecían, y por ende, de la Justicia y Regimiento de la Isla".

Durante la procesión, los naturales fueron interrumpidos, maltratándoseles de palabra y obra dentro y fuera del templo. Así, tal y como señalan diversos cronistas, Cristóbal Trujillo "era hombre de carácter violento, bastante pagado de su calidad de castellano, y harto despreciador de la raza guanche".

En este lance, creyendo "que ya era mucho honor para los naturales de origen guanche el tener la exclusividad de cargar la Santa Imagen" trató de arrebatarles esta prerrogativa y, como representante del Cabildo y Gobernador de la Isla, ordenó que él y su compañero sacasen las andas.

Los naturales, desde antes de la procesión, habían rodeado las andas y, llegado el momento, las cargaron sobre los hombros para sacarlas a procesionar. Esta acción provocó la ira de Cristóbal Trujillo quien, acompañado por Gaspar Yanes y otros castellanos, se abalanzó sobre las andas, apartando a empeñones a los naturales y arrebatándoselas mientras profería insultos tales como "pícaros, majaderos, bellacos, y sobre todo, guanches de baja suerte".

Tratando de poner paz, el Vicario del Convento ordenó que dos frailes y dos naturales sacaran en procesión a la Virgen; mas, cuando llegaron a la puerta de la Iglesia, el iracundo Trujillo de la Coba volvió con los suyos a la carga, apaciguándose sólo por temor a la excomunión. Pero su calma fue sólo momentánea pues, cuando ya la procesión tenía recorrido un buen trecho, él y los suyos acometieron nuevamente contra los portadores, no sólo injuriándolos y afrentándolos por su origen, sino atacándolos de tal forma que en la "refriega les destrozaron sus capas y ferreruelos".

Estos actos hicieron que los fieles así hostigados se "amotinaran", rompiéndose las andas en la revuelta. Como resultado de todo ello, Pedro Hernández, Diego Díaz de Vera, Francisco Fernández y Hernando Baute, en representación de los demás naturales, por medio del Ldo. Borrero (abogado) y del Procurador Diego de Peñafiel, presentaron una querella criminal y demanda de amparo de posesión, "por ser caso de Corte, pues se querellaban de la Justicia y Regimiento de Tenerife".

Admitida la demanda, se falló en los siguientes términos:

"Fallamos que Pedro Fernández y consortes habían probado su querella como probarla les convino, y que Cristóbal Trujillo de la Coba y el Consejo de Tenerife no habían probado cosa alguna que les excuse de condenación; atento de lo cual debían amparar y amparaban a los dichos naturales en la posesión que tenían de sacar a la dicha Imagen de Ntra. Sra. de Candelaria en sus hombros, siempre que salía en procesión, tomándola desde el altar y restituyéndola a él, conminando a los perturbadores con 50.000 maravedíes de multa para la Cámara y Fisco de S.M. y Estrados de la Audiencia, exceptuando al Gobernador de Tenerife, que podía ayudar a llevar la Imagen, tomándola donde quisiera y en el brazo de las andas que fuera de su voluntad. Así lo pronunciaron el Ldo. Aldaya, el Dr. Ramires Montalvo y el Ldo. Guzmán, en Canaria, a 17 de noviembre de 1587”.[24]

Cronología de los traslados La Laguna hasta 2009

Archivo:Virgendecandelaria2009lalagunatunalagunera.JPG
Virgen de Candelaria en La Laguna, mayo de 2009 junto a la Catedral.

El culto a la Virgen de Candelaria forma parte del acervo sociocultural de Tenerife en particular y de Canarias en general.

Sobre esta relación han corrido ríos de tinta; sin embargo es menos conocida la que, consuetudinariamente, ha existido entre la imagen mariana y San Cristóbal de La Laguna. Todo un camino veteado de cruces da testimonio de la misma, exponiendo una historia que forma parte del patrimonio histórico, social y cultural de la ciudad, que el transcurrir de los siglos ha desdibujado y que debemos dar a conocer.

En las visitas de la Virgen de Candelaria a La Laguna desde el siglo XVI (con especial atención a las de 1939, 1964 y 1997), debemos reseñar varios puntos de importancia; el antiguo camino seguido en tales visitas y al regreso, así como las cruces, las parroquias y ermitas que lo recorren; pleito de los guanches y vínculo con La Laguna; antecedentes de la devoción a la Virgen de Candelaria; la desaparecida Cofradía de la Virgen de Candelaria (siglos XVII-XIX), sus hábitos y distintivos.

Visitas o traslados en 1566, 1571, 1572, 1576, 1577 Y 1583:

En estas seis ocasiones, Ntra.Sra. de Candelaria retornó a La Laguna con idéntico motivo que en su primera visita: terminar con la pertinaz sequía padecida en la isla y también, según diversos cronistas, las rogativas procesionales alcanzaron su objetivo: abundantes precipitaciones regaron los sembrados.

Visita en 1582:

En tal año, unos tapices traídos de Flandes por el Gobernador de Tenerife, Lázaro Moreno, provocaron, al ondear en el día del Corpus, una terrible epidemia de peste bubónica (o de "Las Landres"). Durante poco más de un año, las víctimas se contaban por centenares; pero como el día de la festividad de San Juan Bautista no se produjo defunción alguna, el Cabildo acordó edificar una ermita en honor al Santo. No acabaron aquí las medidas tomadas por la corporación pues, haciéndose eco del clamor popular, decidió traer nuevamente la Virgen de Candelaria a La Laguna. Una nota diferenciadora de esta visita con respecto a las anteriores: en esta ocasión se impidió el concurso de los fieles, para evitar el contagio.

Visitas en 1607, 1617 Y 1620:

El 27 de mayo de 1607, la plaga de langosta que destruía las sementeras próximas a recogerse provocó que el Cabildo decretara una nueva procesión en rogativa de la Imagen de Candelaria hasta La Laguna. En esta ocasión, el Santísimo Cristo de La Laguna fue trasladado hasta la parroquia de Ntra. Sra. de los Remedios (hoy, La Catedral Nivariense) y, desde allí, junto con la Virgen de los Remedios, partió a recibir la comitiva. Incorporadas las dos procesiones, condujeron al Convento de Santo Domingo a la Virgen de Candelaria, restituyendo luego las otras dos imágenes a sus correspondientes lugares de culto. Cuentan las crónicas que la mediación mariana ocasionó abundantes lluvias que lograron la extinción de la plaga.

El temor a una posible invasión desde el norte de África determinó las visitas de 1617 y 1620.

En el primer caso, la iniciativa partió de los propios frailes, quienes buscaron refugio en la Ciudad para la Santa Imagen y sus tesoros. Fue recibida con palio y guión así como con cruces y pendones de las Cofradías, de los gremios y de la propia ciudad. En el segundo caso, el Cabildo obligó a los frailes a dejar su convento y a trasladar a La Virgen, pues no sólo meros rumores, sino cartas y avisos señalaban el inminente riesgo de invasión. Del primer viaje se ignoran las fechas concretas de partida y de retorno, no así del segundo, pues la santa

Imagen permaneció en el convento de la Orden en La Laguna durante dos meses, hasta que el prior, fray José de A vendañano, pide al Cabildo que acuerde su vuelta al Santuario.

Visita en 1625:

Se repiten las circunstancias de la primera visita: otra pertinaz sequía en el mes de febrero. Y también, según los cronistas, las precipitaciones regaron los sembrados; sólo que de forman tan abundante y en toda la Isla que el Cabildo ordenó una función especial de acción de gracias. La misma generó tal enfrentamiento entre las parroquias de los Remedios y de la Concepción que el Vicario de la Isla Canónigo de la Catedral de Canaria, determinó con carácter de perpetuidad el ceremonial de la traída, recibimiento y despedida de Ntra. Sra. la Virgen de Candelaria: la última parroquia que salió a recibir a la Imagen en su última visita sería la encargada, en la siguiente, de ir a buscarla a Candelaria y de traerla a la ciudad.

Visita en 1626:

Alarmantes noticias sobre la invasión que los moros proyectaban sobre las costas de Tenerife, comunicadas por cautivos que estaban en su poder, obligaron al Provincial de los Dominicos, Fr. Bernardo de Herrera, a decretar el traslado a La Laguna de la Efigie, el 8 de agosto de ese año. Allí permaneció hasta marzo de 1627.

Visita en 1630:

Entre estas fechas, la sequía fue nuevamente la causa que motivó la visita de la Virgen de Candelaria a La Laguna. Se llevó a Sto. Domingo y de allí a las iglesias de Santa Clara y Santa Catalina.

Visita en 1634:

Tuvo iguales características que la anterior, permaneciendo la Sta.Imagen en La Laguna del 26 de marzo al 6 de abril, hasta que se logró obtener el favor de la lluvia.

Este traslado tuvo como particularidad que la Virgen retornó a su Santuario en un sillón -presumiblemente similar al usado por la Virgen de los Reyes de El Hierro, en su viaje desde la Dehesa hasta Valverde- que ordenó fabricar el Cabildo, para mayor comodidad de traslado en tan largo viaje. La ofrenda tuvo lugar en la Ermita de San Juan, escenario de las funciones de recibimiento y despedida desde 1633.

Visita 1939:

Se trata de una visita con unas connotaciones poco cristianas y politizadas por los vencedores de la guerra entre hermanos y la propia Iglesia. Visito Santa Cruz de Tenerife y a La Laguna, con motivo de las fiestas de La Victoria.

Visita 1964:

Se trata de la única visita que la Virgen de Candelaria ha hecho a todas las parroquias de Tenerife; Por supuesto, entre éstas se incluyen las de la capital de la diócesis: La Laguna, donde permaneció del 13 al 23 de diciembre. El motivo de este largo periplo de la Santa Imagen fue recaudar fondos para la construcción del nuevo Seminario, siendo auspiciado por Monseñor Franco Cascón, por entonces Obispo de Tenerife. Tal motivación condujo a que la Virgen hiciese un inusitado recorrido por las calles del casco. Así, tras entrar en la ciudad por el Cmo. de Las Peras -por primera vez, después de sus múltiples visitas y omitiendo, pues, el trayecto tradicional- y ser recibida por el Santísimo Cristo de La Laguna en la plaza, procesionó por: Calle del Agua, Plaza del Adelantado, La Carrera (día 13); calles Candilas, Maya, Carretas y Marqués de Celada, Cmo. de S. Lázaro, calles Herradores y San Juan (día 18); Avda. de La Trinidad y calle Viana (día 20); Plaza. San Cristóbal, calles Catedral y Heráclio Sánchez, Glorieta del Brasil, Crta. de San Miguel de Geneto, Cmo. de San Bartolomé de Geneto, calle Molinos de Agua (día 21); Cruz de Piedra, Obispo Pérez Cáceres (día 22); Cmno. de la Hornera (día 23). En definitiva, un exhaustivo recorrido sólo justificado por el motivo que lo generó.

Visita 1997:

En 1997 La Virgen visito La Laguna al conmemorarse el V Centenario de la Fundación de la ciudad.

Fue ese año la última vez que la Virgen de Candelaria visitó La Laguna en el siglo XX, con motivo del V Centenario de la fundación de la ciudad.

El alcalde encargado del recibimiento en nombre del pueblo lagunero fue, Elfidio Alonso Quintero. Los laguneros y laguneras a que llenaron las calles en todos los actos que se organizaron con motivo de la XXXIV visita; La sagrada imagen de la Virgen fue recibida en La Cruz de Piedra y, fue despedida en la plaza del Cristo en presencia del crucificado lagunero.

Visita 2009:

Por último en 2009 la Virgen de Candelaria fué de nuevo hacia La Laguna del 9 al 22 de mayo, en esta ocación se hospedó en la Iglesia de la Concepción de La Laguna y no en la Catedral pues estaba en obras de reabilitación, y la sede catedralicia se traslado a La Concepción provisionalmente. Esta fué la primera visita del siglo XXI de la Virgen a la ciudad sede episcopal, y la segunda salida del siglo de su municipio pues en octubre de 2002 fué hacia la ciudad de Santa Cruz de Tenerife.

Hasta aquí, el relato de las visitas de la Virgen de Candelaria a La Laguna, en las que coinciden todos los cronistas. Sin embargo, existen otras en las que discrepan.

Así, R. Moure menciona otros traslados en 1631,1632 y 1635, a causa de la sequía, así como otro en 1633 motivado por el peligro de invasión, de la que avisaron los atalayeros (vigías encargados de otear el horizonte desde distintas atalayas, como la de San Roque) de la Isla, al percatarse de que los mares eran frecuentemente recorridos por una escuadra, al parecer de moros.

También Mª Jesús Riquelme indica otras dos visitas: una en 1700, debida al azote de fiebre amarilla, importada de La Habana a Santa Cruz, y otra en 1789 a consecuencia del incendio sufrido en el Convento.[25]

Derivaciones de la Virgen de Candelaria

Además de la Virgen de Candelaria, existen en Tenerife otras advocaciones marianas vinculadas a la Virgen de Candelaria y a su historia, entre ellas:

  • Virgen del Socorro de Güímar: Imagen que toma el nombre de cuando la Virgen de Candelaria, se apareció en Chimisay, el mencey guanche la intentó trasladar el mismo con sus propias manos, pero la talla experimentó un gran peso, hasta el punto que el rey hubo de pedir socorro a sus súbditos, para que lo ayudaran. La imagen de la Virgen del Socorro data de 1630 y se venera en la Iglesia de San Pedro Apóstol (Güímar), la iconografía de la imagen es la misma que la de la Virgen de Candelaria, solo que la Virgen del Socorro es blanca, siendo la de Candelaria morena.
  • Virgen de Chinguaro: Imagen que es una pintura, y que toma el nombre en memoria de la estancia en la que estubo la Virgen de Candelaria en la Cueva de Chinguaro, justo después de aparecerse la imagen a los guanches. La Cueva de Chinguaro era cueva-palacio del Mencey de Güímar, y fué (junto con la Cueva de Achbinico en Candelaria), el primer santuario cristiano de Canarias.
  • Virgen de Candelaria de Adeje: Talla de la Virgen de Candelaria que se conserva en la Ermita de Santa Úrsula en el municipio sureño de Adeje. Sobre su origen hay muchas teorías, hay quién dice incluso que pudiera ser la imagen original de la Virgen de Candelaria aparecida a los guanches. Aunque esta teoría no ha sido aún probada.

Devoción a la Virgen de Candelaria en las demás islas de Canarias

Aunque su Santuario principal se encuentra en Tenerife, como Patrona de Canarias que es, la Virgen de Candelaria es igualmente venerada en otros municipios de todas las demás restantes islas de Canarias:

Devoción en Chile

Virgen de Candelaria en Copiapó Chile
Santuario de la Candelaria en Copiapó Chile

Cuando el arriero Mariano Caro Inca, en los alrededores del año 1780 descubrió una pequeña figura tallada en piedra de tan sólo 14 centímetros de alto, en los faldeos cordilleranos del salar de Maricunga, jamás pensó el arraigo y fervor popular que despertaría la veneración de esta imagen que fue conocida posteriormente como Virgen de las Candelas y actualmente como Virgen de la Candelaria.

En Copiapó, en el antiguamente llamado "pueblo de los indios" y que hoy reconocemos como pueblo "Manuel Antonio Matta", lugar de origen de la familia Caro, comenzó el culto a la virgen en un oratorio. En el año 1800 se erige la capilla que congregaba a los fieles en torno a la imagen. Esta capilla fue devastada por el terremoto de 1922, conservándose solamente la cúpula y la estructura a base barro, paja y brea que la sostiene y que la mantiene en pie hasta el día de hoy.

Posterior al terremoto se inicia la construcción de una nuevo edificio religioso, que albergará a la inmaculada. En un sector inmediatamente contiguo se levanta la que actualmente conocemos como Iglesia de la Candelaria y que es el lugar a donde concurren por años, miles de fieles a testimoniar su fe, demostrando que la religiosidad popular ha alcanzado hondas raíces en nuestra región Siendo el 2 de febrero el día oficial de la Virgen, se ha institucionalizado el primer domingo del mes de febrero, el día en que se realiza la procesión, en donde la imagen es acompañada por un centenar de cofradías y bailes religiosos de múltiples y diversas formas y colores en sus atuendos e instrumentos musicales. Estos bailarines son conocidos popularmente como "Chinos de la Candelaria". Paralelamente a la fiesta religiosa, se realiza una gran feria comercial que congrega a una gran cantidad de comerciantes venidos desde distintas localidades de nuestro territorio, con una gran variedad de productos que ofertan a la comunidad asistente a la fiesta.

La Fiesta de la Candelaria congrega en sus días de veneración a unas 80.000 personas y constituye la principal festividad religiosa de la III Región de Atacama de Chile.

La Procesión de las Candelas se realiza en la vigilia del día de la fiesta litúrgica de la Presentación del Niño Jesús en el Templo. Esta procesión, el 1 de febrero a las 21.00 horas, es además un hermoso espectáculo, ya que los participantes llevan velas para recorrer el tramo de la peregrinación por calles aledañas al Santuario. La tradición de la fiesta señala el 2 de febrero como el día en que Mariano Caro encontró la imagen que dio origen a esta fiesta, por lo que también en la noche anterior, las personas cantan el “cumpleaños feliz” a la Virgen, le llevan regalos y le ofrecen un esquinazo.

El 2 de febrero a las 11.00 de la mañana, tiene lugar la Bendición de los niños. Las familias llevan a los más pequeños al Santuario, para recibir la bendición del Obispo. Esta es una celebración adaptada para ellos, con un lenguaje muy claro y pedagógico, con cantos y dinámicas.

El martes 3 de febrero se celebra la misa de los enfermos en la cual acuden miles y miles de creyentes enfermos o sanos para pedir por su salud o por la de sus familiares e seres queridos.

El sábado 4 a las 21.00 horas se realizará el encuentro de la Virgen con el mundo del trabajo. En uno de los eventos más tradicionales, los mineros, temporeros, obreros y trabajadores en general se reúnen en el Santuario para rendir homenaje a la Virgen, recibir la bendición sobre sus empresas, faenas mineras, predios, y recordar a los mineros fallecidos en el año.

Para finalizar la fiesta, el domingo 5 se celebrará la Misa solemne a las 10.00 de la mañana, en la que los miembros de los Bailes religiosos participan con sus saludos tradicionales y sus cantos. Por la tarde, a las 17.00 es la procesión de los bailes, en la cual dura alrededor de más de tres horas ante una gran cantidad de espectadores y creyentes, después de la cual se celebra la misa. El día lunes 6 se realiza la misa por los chinos difuntos a las 11.00 de la mañana, y por la tarde la procesión de despedida, en la que participan los bailes que aún no han vuelto a sus lugares de origen. Con la misa después de esta procesión y la despedida a la virgen por los bailarines prometiendo en forma emotiva volver el proximo año,se pone fin a la más importante fiesta de piedad popular de la diócesis de Copiapó.

Devoción en el Perú

 Artículo principal: Fiesta de la Candelaria (Puno)

La Virgen de la Candelaria es la patrona de la ciudad de Puno, Perú. Está asociada a la Pachamama (culto a la tierra), el lago Titicaca, las minas y el trueno; además de simbolizar, la pureza y la fertilidad. En ella convergen también las esperanzas de los desvalidos y la tenaz fe de los creyentes.

La celebración de la Virgen de la Candelaria de Puno es una celebración dura 18 días y se presentan más de 200 danzas, en estos días se juntan hombres y mujeres, ancianos, jóvenes y niños que no cesan de bailar para la Virgen, agradeciéndole así los beneficios y milagros que les permiten seguir viviendo. En esta fiesta sin igual, la ciudad entera se une en regocijo y en un mar de color, mística y danza, ante un mudo testigo principal como son las frías y tranquilas aguas del majestuoso Lago Titicaca.

Se inicia la Fiesta de la "Mamacha Candelaria" el 24 de enero y culmina el 18 de febrero como preludio del Carnaval. En ese lapso se congregan en el lugar, y entregadas en absoluta devoción a la Virgen, unas setenta bandas musicales, algunas compuestas hasta por 300 personas, entre músicos y bailarines.

Los integrantes de estas bandas no bailan ni tocan todo el jubileo, sino que se relevan constantemente ayudando a que la música, la veneración y la celebración continúen sin que nada ni nadie pueda detenerla.

En los primeros días, los danzarines ensayan lo que será su paso por las calles en corzos pletóricos de alegorías, para estar a punto cuando se dé su participación en el Concurso de Danzas Folklóricas. A toda hora se escuchan por algunas arterias de la ciudad los más variados ritmos de la región, interpretados por artistas que, acompañados de unas cervezas, empiezan ya a circular como prólogo al jolgorio que en breve se desatará.

A las tres de la mañana del primero de febrero, el Alferado -organizador y responsable monetario de la festividad- sube a la cima del cerro Azoguini en los alrededores de la ciudad, acompañado de unos cuantos músicos y de sus invitados, dando comienzo así al rito a la Virgen, ofreciendo licores, rezos e incluso detonando bombardas por todo lo alto, haciendo vibrar al expectante pueblo puneño.

Grupos ataviados con disfraces peruanos, dirigiéndose al centro de la ciudad para participar en las festividades multicolores atuendos mostrados a través de la danza denominada "La Morenada".

Al despuntar el alba, "La Pandilla" - como se denomina a quienes realizan la ceremonia en el cerro- desciende bailando dirigiéndose hasta la iglesia San Juan Bautista, donde se ubica el santuario de la Virgen, preparándose para las misas que se realizarán al aparecer los primeros rayos del sol. Por la tarde, en la Entrada de Cirios, el Alferado y la Alferada, su esposa, salen de su hogar portando la imagen del niño Jesús seguidos por las autoridades y allegados en devota marcha hacia la iglesia de San Juan, llevando velas y cirios encendidos.

La noche previa al día central, tienen lugar las misas de vísperas para luego escuchar el tronar de los fuegos artificiales que iluminan con su resplandor el cielo del altiplano puneño, teniendo como fondo musical los melodiosos acordes entonados por bandas de músicos. La ocasión es propicia para que el Alferado agasaje a la concurrencia con ponche, anisado y cerveza en la entrada de la iglesia, hasta llegada la noche.

Devoción en otros países del mundo

Bolivia
  • En Copacabana (La Paz), se celebra con el nombre de la Virgen de Copacabana, en diferentes fechas del año.
  • En la ciudad de Oruro, se celebra durante el carnaval con el nombre de la Virgen del Socavón.
  • En Aiquile, (Cochabamba), se celebra durante una semana (entre el 2 y 9 de Febrero), con el nombre de la Festividad de la Virgen de Candelaria, patrona del lugar.
Colombia
  • En Medelllín, tienen como Patrona a la Virgen de la Candelaria, además sale en el escudo de la ciudad.[26] Igualmente, la primera catedral de la hoy Arquidiócesis de Medellín fue la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria.[27]
  • La patrona de Cartagena de Indias, es la Virgen de la Candelaria, al igual que es la patrona de Magangue, segunda ciudad del departamento de Bolívar, donde se dice que ella es la que contiene al Mohan, ser mitológico que habita en el río Magdalena y de no ser por ella ya habría devorado a toda la población haciendo crecer al río. El 2 de febrero llegan romerías de gente de toda la costa y de Venezuela a cumplir las promesas ofrecidas.
  • En Candelaria (Valle del Cauca) se celebra cada año la Fiesta de Nuestra Señora de la Candelaria.
  • En Bagadó (Chocó) se celebra con gran regocijo la Fiesta de Nuestra Señora de la Candelaria, al igual que en municipios como Certeguí y pueblos como Paimadó y Beté.
Costa Rica
  • En la ciudad de Esparza, Puntarenas, la Virgen de Candelaria es la patrona de la ciudad.
Cuba
  • En Camagüey la Virgen de Candelaria es la patrona de la ciudad, encontrándose una talla suya en el altar mayor de la Parroquia Mayor.
Estados Unidos
  • En la ciudad de San Antonio (Texas, Estados Unidos) se encuentra una imagen de la Virgen de Candelaria, probablemente debido a que la ciudad fue fundada por varias familias isleñas.
Guatemala
Honduras
México
  • En Tlacotalpan, en el Estado de Veracruz, tienen como patrona a la Virgen de la Candelaria.
  • En el pueblo de Quitupan, en Jalisco la Virgen de Candelaria es la patrona del pueblo y es de singular significancia para las familias puesto que la mayoría son inmigrantes y cada vez al pasar la frontera se encomiendan a ella para poder llegar a su destino.
  • En Tlapala, en el Estado de México, tienen como patrona a la Virgen de La Candelaria, en donde se dice esta la imagen original de la virgen y se conmemora cada año el 2 de febrero.
Panamá
  • En la ciudad de Bugaba, Chiriquí, la Virgen de Candelaria es la patrona de la ciudad y se realiza la feria más famosa de esa ciudad, La Feria de la Candelaria.
Perú
Uruguay
Venezuela

Véase también

Referencias

  1. Página sobre Candelaria del Cabildo de Tenerife
  2. Jesús Mendoza rector de la basílica
  3. Página sobre Candelaria del Cabildo de Tenerife
  4. Página sobre Candelaria del Cabildo de Tenerife
  5. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas gobiernocanarias
  6. 6,0 6,1 Sitio web sobre la Virgen de Candelaria de la Orden de los Hermanos Predicadores (dominicos).
  7. Fiesta de la Virgen de la Candelaria en Carelmapu y Alerce en el sitio web de la Conferencia Episcopal de Chile.
  8. Pagina Web Oficial del municipio de Candelaria
  9. Pagina Web Oficial del municipio de Candelaria
  10. Pagina Web Oficial del municipio de Candelaria
  11. La Virgen de Candelaria visitará en mayo La Laguna
  12. http://209.85.229.132/search?q=cache:Zknxo2nvXDsJ:www.nodo50.org/foroporlamemoria/documentos/rrivas_garcia_ene2004.htm+Virgen+de+Candelaria+capitana+de+las+Fuerzas+Armadas+de+Canarias.&cd=28&hl=es&ct=clnk&gl=es Canarias: memoria histórica, retales de memoria, desmemoria y amnesia
  13. Vestida de Sol
  14. Historia ampliada del municipio de Candelaria. Gobierno de Canarias.
  15. La Virgen de los dominicos
  16. http://www.lalagunaahora.com/content/blogcategory/52/163/ La imagen actual de la Virgen de Candelaria
  17. Historia ampliada del municipio de Candelaria. Gobierno de Canarias.
  18. Historia ampliada del municipio de Candelaria. Gobierno de Canarias
  19. http://www.mundoguanche.com/portada/articulo.php?id_articulo=104 Historia de Nuestra Señora de Candelaria - Espinosa
  20. Historia ampliada del municipio de Candelaria. Gobierno de Canarias.
  21. La devoción canaria a la Virgen de Candelaria en la Venezuela colonial.
  22. El Santuario de la Virgen de Candelaria: curiosidades acerca de la construcción de la Basílica
  23. Historia del municipio de Candelaria
  24. Virgen de Candelaria en La Laguna a lo largo de la historia
  25. Virgen de Candelaria en La Laguna a lo largo de la historia
  26. Error en la secuencia de órdenes: no existe el módulo «Citas».
  27. Jaramillo Restrepo, Presbítero Julio César (1950). Basílica de Medellín. Editorial Bedout. No tiene ISBN. 

Enlaces externos