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Agaete

De EnciclopediaGuanche

Agaete

Agaete coa.jpg

Mapa-Situación del Municipio

Archipiélago: Canarias

Provincia: [[Las Palmas]]

Isla: [[Gran Canaria Bandera de Gran Canaria]]

Comarca: [[]]

Código postal: 35000

Ubicación:

Altitud: 43 m

Altitud mínima:

Altitud máxima:

Superficie: 45,5 km²

Población:

Fundación:

Densidad: 127,08 hab./km²

Gentilicio: Agaetero, ra, culeto, ta

Alcalde: Antonio Cancines - [[(PP)]]

Patrón:

Patrona: Nuestra Señora de Las Nieves


Atardecer en el Puerto de Las Nieves

Agaete es un municipio canario perteneciente a la provincia de Las Palmas. Está situado en el noroeste de la isla de Gran Canaria, a tan sólo 30 km de la capital. Dentro del término municipal destacan su cabecera (el casco de Agaete propiamente dicho), el puerto de las Nieves (a orillas del océano Atlántico, comunicado regularmente por ferry con la isla de Tenerife) y Los Berrazales (barranco arriba, con una exuberante vegetación). En esta última zona, al pie del pinar de Tamadaba, se levanta un antiguo hotel rural. La economía de Agaete se ha basado históricamente en la agricultura y la pesca, pero en los últimos decenios el turismo se ha convertido en el sector más importante. Una de las señas de identidad del municipio es el Dedo de Dios o Roque Partido, formación rocosa con aspecto de dedo humano que se levanta frente a la costa. La parte superior del Dedo de Dios fue destruida por una fuerte tormenta (la tormenta tropical Delta) en 2005.

Un dicho popular dice: «si vas a Agaete, míralo y vete».

Población

Año Población Densidad
1768 868 -
1842 2.058 -
1887 3.553 -
1900 3.159 -
1930 4.349 -
1950 4.525 -
1960 5.117 -
1970 4.438 -
1981 4.457 -
1986 5.153 -
1988 5.320 -
1991 5.269 -
1996 6.028 -
1998 5.712 -
2001 5.202 113,08/km²
2002 5.649 -
2003 5.635 123,85/km²
2004 5.511 122,2/km²
2006 5.638 123,91/km²
2007 5.710 125,49/km²
2009 5.782 127,08/km²


Barrios

Casas del Camino, El Hornillo, El Risco, El Sao, El Turman, Guayedra, Las Cuevecillas, Los Berrazales, Los Llanos, Puerto de las Nieves, San Pedro, Urbanización el Palmeral, Urbanización la Suerte, Valle de Agaete y Vecindad de Enfrente.

Lugares de Interés Histórico

  • Casa Fuerte
  • Conjunto Histórico y Artístico del Casco de la Villa de Agaete
  • Ermita de las Nieves
  • Ermita de San Sebastián de Agaete
  • Lomo de los Canarios-Playa del Risco
  • Maipez de Arriba
  • Valle de Guayedra
  • Zona Arqueológica La Palmita


Historia

En el momento de la conquista de la isla, en territorio de Agaete pertenecía al Guanartemato de Gáldar, existiendo importantes asentamientos canarios que aprovechaban los ricos recursos de la zona (manantiales que permitían la agricultura de regadío, y zonas costeras donde podía practicarse la pesca). Destacan la Necrópolis de Maipes, la Zona Arqueológica de La Palmita y la cueva de Visvique. Los primeros contactos entre la población del territorio y los europeos fue de distinto signo, desde razias y expediciones esclavistas que hacían rápidas incursiones en la isla, hasta misiones de evangelización y algunas relaciones comerciales en la que los canarios entregaban orchilla y sangre de drago a cambio de objetos y útiles de hierro. Al inicio de la conquista de la isla, los invasores eligieron el Puerto de Agaete como uno de los principales puntos de entrada, con fáciles conexiones con la sede del poder político del Guanartemato de Gáldar. Se estableció en esta zona un campamento de operaciones y una Torre Fortaleza, siendo alcaide de la misma Alonso Fernández de Lugo, quien se encargaría del dominio de esta zona una vez culminada la conquista de la isla en abril de 1483. Al imponerse el nuevo orden económico y social bajomedieval castellano, se procede a los repartimientos de tierras, haciendo valer Alonso Fernández de Lugo sus importantes influencias haciendo que sus familiares recibieran las mejores tierras y manantiales de Agaete. Otros grandes beneficiaros, Antón Cerezo y Francisco Palomares, impulsaron el cultivo de la viña y de la caña de azúcar, instalándose los primeros ingenios azucareros. La nueva actividad supuso la demanda de una gran cantidad de mano de obra que se atrajo a la zona, incluyendo la mano de obra esclava. El Puerto de Las Nieves conectará con diversos puertos europeos, sobre todo holandeses, y generando una riqueza que permitió la importación de obras de arte como el Tríptico de Flandes que se ubica hoy en la Ermita de Nuestra Señora de Las Nieves. La crisis del azúcar canario, a inicios del siglo XVII, hace decaer todo el florecimiento de Agaete, si bien se consevan algunos contactos con el exterior por medio de la exportación de unos vinos de inferior calidad. Parte de la población emigra a otras poblaciones de la isla, mientras una minoría que controla el poder político acapara la mayor parte de la tierras de cultivo (dedicadas ahora a la viña, el cereal y el millo), mientras la mayoría de la población apenas tiene pequeñas tierras marginales. En el siglo XIX, con la introducción primero de la cochinilla y luego del tomate (tras algunos intentos de introducir el cultivo del café), hay un reimpulso económico de la zona, construyéndose el nuevo muelle del Puerto de Las Nieves, si bien estará limitado al tráfico interinsular y a la actividad pesquera, que vive un auge. A la tradicional oligarquía terrateniende se unirá la nueva élite comercial burguesa, comenzando un tímido desarrollo industrial con la construcción de una fábrica de calzados y una embotelladora de agua mineral, pero la crisis de 1929 afectará gravemente estas actividades. La Guerra Civil española y los graves problemas económicos de la postguerra, al igual que en el resto de Canarias, supondrá la existencia de hambre y una importante emigración al exterior. Gracias al plátano y al tomante, habrá una leve recuperación económica, desarrollándose en los últimos años el sector terciario, mientras se introducen nuevos cultivos tropicales (mango, papaya, aguacate, café...) y la pesca vive un fuerte retroceso. La agricultura de exportación, tras secarse algunos de los principales manantiales, se encuentra en competencia con un fuerte desarrollo urbanístico, mientras que la agricultura tradicional (cereal, papas, horticultura...) y la ganadería se encuentra relegada a zonas marginales de secano, predominando la pequeña propiedad.


La Guerra Civil Española en Agaete

Sabemos por el trabajo realizado en el barrio de la Vecindad de Enfrente (Valle de Agaete), que los descendientes directos de los desaparecidos, actualmente ya son pocos, ya que la mayoría tuvo que emigrar a otros pueblos e incluso a otras islas en busca de trabajo, aunque gran parte de los allí residentes son familiares en segunda o tercera generación.

Los jóvenes de la Vecindad de Enfrente deberían saber que la Democracia que gozan hoy fue fruto del trabajo y el esfuerzo de sus antepasados que dieron sus vidas, o mejor dicho se la quitaron para conseguirla.

Antecedentes de la Guerra Civil en Agaete

Este barrio se caracterizó por la pobreza de sus habitantes, los cuales se dedicaban mayoritariamente a trabajar en el sector primario. Según los testimonios, los dueños y amos de las fincas vivían en la zona de San Pedro junto a la ermita.

Con la proclamación de la Segunda República (14 de abril de l931), la situación laboral de los trabajadores seguía igual. Los grandes propietarios de tierras y aguas siguieron conservando sus bases económicas. En esa época el paro en la clase obrera era muy preocupante y los salarios ínfimos. Y por si fuera poco las tierras cultivadas en el Valle por los pequeños agricultores no recibían el agua de la zona del Sao (Agaete), porque los aguatenientes la vendían a otros municipios. Cada vez las diferencias sociales eran más destacables; ricos ricos, pobres pobres.

El incendio sucedido en el archivo del ayuntamiento del pueblo de Agaete el día 22 de septiembre de 1910, donde desaparecieron los bienes comunales y luego a través de expedientes de dominio y de manera poco clara, pasó a manos de particulares, fue otro factor negativo y conflictivo para la clase trabajadora.

El paro en la clase obrera era alarmante, la mayoría subsistía gracias a la venta de pinocha, leña y carbón. Por eso con la llegada de las elecciones de febrero de 1936 y con el triunfo del Frente Popular en Agaete (fuerzas republicanas de izquierdas) hubo una gran alegría en la clase trabajadora, aunque las candidaturas más votadas seguían siendo las de derechas. Es en este período cuando la conflictividad laboral aumenta por querer conseguir lo que en años anteriores se les había negado.

Elecciones de 1936 en Agaete

Según escritos de la época. "en cuanto al estado político-social de la vida local en este término municipal me es grato participar a V.E. que es bueno, pues no se suscitan perturbaciones que sean objeto de mencionar más que la escasez de trabajo del personal obrero"". Sin embargo, con el triunfo del Frente Popular y la sustitución del Ayuntamiento de mayoría radical, una gestora claramente de izquierdas se hace cargo del Ayuntamiento el 19 de marzo de 1936, siendo la composición la siguiente:

De esta forma, la Sociedad de Oficios Varios de Agaete va a tener un fuerte apoyo en el consistorio en su pugna con los propietarios de tierras y aguas de la villa. Se puede afirmar que en los meses de marzo a julio de 1936 hubo un claro aumento de la conflictividad social. Todo ello a pesar de que las candidaturas más votadas duern las derechistas. Fiel reflejo es lo ocurrido en Agaete, donde triunfan los cuatros candidatos de las derechas.

Resultados electorales en Agaete en las elecciones de 1936[1]
Nombre Filiación Nº de Votos
Rafael Guerra del Río Radical 615
José Mesa y López Agrario 560
Ruperto González Negrín Agrario 532
Antonio Betancor Suárez Radical 540
Benardino Valle Federal (Frente Popular) 480
Juan Negrín López Socialista (Frente Popular) 482
José A. Junco Toral Socialista (Frente Popular) 482
Eduardo Suárez Morales Comunista (Frente Popular) 482
Agustín Miranda Junco Acción Popular 244
José Mª Gil Robles CEDA 180

Estos resultados reflejan cómo la influencia derechista en Agaete no había podido ser rota, aunque sí mermada, por el trabajo de los grupos de izquierda. Algo que no se puede olvidar a la hora de analizar la fuerte represión ejercida en la Villa. Asimismo, el refrendo alcanzado por los candidatos del Frente Popular reflejan un voto disciplinado que hay que relacionar con el número de afiliados de la sociedad de Oficios Varios de Agaete que en esa época rondaba el medio millar.

Los Hechos

El Delegado Gubernativo de la Zona Norte, el farmacéutico Don Fernando Egea Ramírez, asesora a los trabajadores sobre sus derechos, lo que crea malestar entre los amos que quieren seguir conservando sus privilegios.

Poco tiempo duró las buenas expectativas para los obreros y la clase trabajadora. El fatídico 18 de julio de 1936, el general Franco se alzó en armas contra el gobierno legalmente constituido.

Inmediatamente al golpe, el miedo y el terror circuló a sus anchas por Agaete. Unos noventa hombres aproximadamente (entre ellos algunos sin tener la mayoría de edad que fueron enviados al Frente y nunca más se supo de ellos) fueron cogidos presos, encarcelados y torturados salvajemente. Pero esta barbarie no fue suficiente para los opresores. El otro fatídico día 4 de abril de 1937, a medianoche falangistas de Arucas acompañados por falangistas de Agaete se llevaron a 22 varones, algunos muy jóvenes de la Vecindad de Enfrente y 8 del Casco de la Villa de Agaete. Ninguna de estas personas había sido detenida con anterioridad. Fueron conducidos a la sede que la Falange tenía en el municipio norteño y torturados de forma bestial. Desde allí los trasladaron a la plaza del pueblo, donde continuaron las torturas y los apaleamientos. De allí fueron conducidos a la comisaría de la calle Luis Antúnez, en Las Palmas de Gran Canaria, donde permanecieron un día y medio. La noche del 6 de abril fueron conducidos en un camión a la Sima de Jinámar, donde fueron arrojados y cubiertos con cal. La prueba más concluyente de los actos que se cometieron en Agaete y otros municipios es un documento del Servicio de Información del Ejército que critica duramente al comandante Antonio García López: "Fue iniciador de una serie de atropellos y barbaridades cometidos contra los elementos del Frente Popular, y apoyándose en su camarilla iniciaron los paseos, detenciones arbitrarias, etc.". Fueron desaparecidos sin que las autoridades civiles y religiosas hicieran nada para evitarlo, y personas que por su posición social y pudiendo hacer algo para evitarlo, miraron para otro lado. Destacar la actuación del alcalde de Santa María de Guía, don Basilio Ramírez cuya actuación ante la tragedia es digna de encomio por la valentía, generosidad y amor al prójimo que tuvo al negarse a firmar la lista de los que querían desaparecer. Por eso en Santa María de Guía, aunque si hubo presos, los que estaban en la lista no desaparecieron.

Más tarde se supo que había otra lista porque querían acabar con todo hombre trabajador de la Vecindad de Enfrente y del casco de la Villa de Agaete, pero gracias a la intervención de Monseñor Pildain esa lista no se llevó a cabo. Monseñor Pildain conocedor de la tragedia ocurrida en Agaete a través de los testimonios de los familiares, hace una visita a Agaete con la excusa de administrar el sacramento de la Confirmación y consoló a los afectados. Estuvo en la iglesia de Agaete y luego se trasladó al Valle. A partir de ese día quedó eregida como parroquia San Pedro del Valle.

Bandos,edictos municipales y consejo de guerra durante la rebelión en Agaete

Bando militar de julio de 1936 destituyendo a las Autoridades Municipales de Agaete[2]

Ayuntamiento de Agaete-Provincia de Las Palmas

BANDO: Don Bartolomé Guerrero Benítez, Comandante comisionado del Excmo. Gobernador Civil de esta Provincia.

HAGO SABER: Que en el día de hoy por Orden de la Superioridad, me he incautado de este Ayuntamiento, destituyendo y llevándome en rehenes a su Comisión Gestora, con la advertencia expresa que todo atentado que contra cualquier ciudadano se cometa, sin que pueda ser castigado directamente, serán responsable dicha Comisión hasta pasarla por las armas su fuere preciso.

Doy La más entusiasta enhorabuena a este digno pueblo que ha recibido con vítores y aplausos, esta medida en bien de la ]República Española, rogándole observe el más perfecto orden posible y acatamiento a las Leyes; debiendo todos los obreros reintegrarse a sus trabajos y a los patronos que rechazaren tal prettensión, se le sancionará duramente, y el obrero que no reintegrase perderá todo derecho de admisión ulterior, encargándosele al Presidente de la Comisión Gestora o quien legalmente le sustituya, para la designación de otro obrero que le reemplace.

VIVA LA REPÚBLICA, VIVA ESPAÑA

Agaete, 21 de Julio de 1936


Edicto del Alcalde de Agaete del 15 de marzo de 1937 incitando a denunciar a los izquierdistas[3]

Para cumplimentar un servicio de importancia y trascendencia y conciencia para la Patria, interesado por el Juzgado Permanente del Gobierno Militar de Las Palmas, se ruega a todos los buenos Españoles se sirvan comunicar a esta Alcaldía en el plazo más breve posible si en este termino Municipal ha habido individuos que por su actuación contraria a la Ley con posterioridad al día 16 de febrero de 1936 y propaganda subversiva o disolvente puedan ser responsables de los actos de rebelión ocurridos con posterioridad al 18 de juio del propio año de 1936 y en este caso relación de los mismos y medios de acreditarlo.

Agaete 15 de Marzo de 1937.

El Alcalde Valentín Armas.

Síntesis del Concejo de Guerra contra la resistencia en Agaete[4]

En la plaza de las Palmas a primero de Junio de mil novecientos treinta y ocho.- Reunido en el Hogar del Soldado del Cuartel del Grupo Autónomo Mixto de Zapadores y Telégrafos número cuatro, el Consejo de Guerra Ordinario de Plaza, para ver y fallar la causa 97/36.

Resultando probado y así se declara que declarado el estado de Guerra en este Archipiélago en la primeras horas de la mañana del 18 de Julio de 1936 al iniciarse el Movimiento Nacional los elementos marxistas de la Isla y adictos al Frente Popular declararon la huelga general revolucionaría para hacer abortar el movimiento y a tal fin y bajo suprema dirección de Fernando Egea ramírez t Eduardo Suárez Morales, se levantaron partidos armados en diversos pueblos del Norte de la isla que trataron de resistir y oponerse al Movimiento en el Ejercito iniciara en aquel memorable día. Así el Alcalde accidental de la Villa de Agaete Miguel Pérez García identificado con los cabecillas antes nombrados tan pronto tuvo conocimiento de la declaración del Estado de Guerra publico un bando por el que se obligaba los vecinos de dicho pueblo a hacer entrega de todo género de armas cortas y largas, municiones y explosivos, bajo severas sanciones al propio tiempo que de entre los elementos incondicionales del marxismo designaba comisiones para la incautación de dichas armas y explosivos. Así mismo, disponía el referido procesado Miguel Pérez García la requisa de vehículos para ser utilizados por los rebeldes en el transporte de ... y substancias explosivas, la requisa de un surtidor de gasolina del pueblo y de diversos utensilios procediendo en unión de aquellos otros elementos a la organización de partidas armadas a las que se encomendaba la vigilancia de carreteras y caminos, y la práctica de detenciones y registros domiciliarios...

Vistos con los citados artículos treinta y tres y cuarenta y cuatro del Código Penal, demñas de general aplicación del mismo y del de Justicia Militar y sentencia del Alto Tribunal de Justicia Militar de 9 de septiembre de 1939.

El Consejo de Guerra falla que debe condenar y condena al procesado Miguel Pérez García como autor responsable de un delito de adhesión a la rebelión con la concurrencia de una circunstancia agravante, a la pena de muerte con las accesorias en caso de indulto de unhabilitación absoluta e interdicción civil y que debe condenar y condena a la pena de reclusión perpetua a Clemente Dámaso Vega, Antonio Dámaso Vega, Saturnino Rodríguez Suárez, Antonio Diepa Suárez, Jesús Pérez García, Manuel García Suárez, León Adán Klein Masniak, Antonio Rosario Martín, Manuel Arbelo Perera, Juan García García, Santiago Jiménez García, Juan Boza Álamo, Juan Benítez Marrero, Carlos García Trujillo, Juan Vega García, Miguel Viera Bolaños, Diego Rodríguez Díaz y Agustín González Santana, con las accesorias de interdicción civil durante la condena e inhabilitación absoluta y siéndoles de abono para el cumplimiento de sus respectivas condenas la totalidad del tiempo de prisión preventiva que han sufrido por esta causa; que debe condenar y condena igualmente a los propios procesados a que mancomunada y solidariamente indemnizen al Estado en los daños y prejuicios sufridos con ocasión de la rebelión marxista, a cuyo efecto se hace expresa reserva en favor de quien corresponda de las acciones pertinentes para reclamar las responsabilidades civiles a que haya lugar; y que debe absolver y absuelve libremente a los procesados José Rodríguez González, Matías Galván García, Antonio Álamo Álamo, José Godoy del Rosario, Juan Jiménez Medina, Pedro Jiménez García, Manuel Sosa Rodríguez, José Santana Expósito, Manuel Vega Suárez, Antonio Valencia García, Antonio Vega Rosario, Francisco Jiménez García, Cristóbal del Pino Sosa, Semeon Rodríguez Díaz, Manuel Saavedra Álamo, Sabiniano Cabrera Díaz, Andrés García Jiménez (conocido por Francisco), Francisco Rosario Santana, Emiliano García Jiménez, Juan Álamo Diepa, Juan Luis Medina Ramírez y Salvador Jiménez Bolaños, del delito de adhesión a la rebelión de que es acusaba el Ministerio Fiscal e igualmente debe absolver y absuelve al procesado Cirilo Tadeo del Rosario con respecto al cual el Ministerio Público retiró su acusación por eximente apreciada; y sobreseer definitivamente la causa en cuanto al procesado fallecido Vicente Benítez Diepa.

Consecuencias

Esta barbarie no acabó ahí, el drama siguió en las familias del casco y las del barrio donde sus viudas cargadas de hijos, embarazadas, sin derechos ni civiles ni religiosos, sin pagas y sin médicos, tuvieron que seguir adelante obligadas por la necesidad.

En el barrio llamado durante mucho tiempo “El Barrio de Las Viudas”, ni siquiera los opresores dejaban que el médico visitara a los enfermos y tampoco que se relacionaran socialmente, e incluso no se casaban entre ambos bandos. Allí quedaron madres, hijos, hermanos, sobrinos que lloraron y lloran toda su vida a sus familiares desaparecidos. Las madres acuciadas por la necesidad tuvieron que trabajar muy duro en el Pinar de Tamadaba, otras servir en las casa de los opresores o pedir limosnas en las mismas. Poca escuela tuvieron los niños de esas madres, desde edad temprana tuvieron que trabajar como burros. Por todo eso los descendientes de los desaparecidos ni olvidan ni perdonan y aunque actualmente el odio ha desaparecido, mucho tiempo convivió con ellos. Los hijos, hermanos, nietos y sobrinos de los desaparecidos son tan buenas personas que no guardan rencor a los descendientes del drama cometido por sus progenitores.

Muchos historiadores coinciden en que la tragedia vivida en Agaete superó con creces a la de sus pueblos vecinos.[5]

Relación de desaparecidos en Agaete el 4 de abril de 1937[6]

Nombre Profesión Analfabeto Edad
Álamo Godoy, Antonio Jornalero 35
Álamo Sosa, José Jornalero 29
Dámaso Álamo, Antonio Jornalero No 54
Dámaso Álamo, Gregorio Comerciante No 37
Dámaso Ojeda, Juan Jornalero 43
Diepa Jiménez, José Empleado No 27
Expósito Rosario, César L. Matarife No 34
García García, José Jornalero - 21
García Godoy, José Jornalero 42
García Godoy, Juan Jornalero 55
García Sosa, Justo Comerciante No 35
Godoy García, santiago Jornalero 37
Medina García, Juan Mampostero No 52
Méndez Saavedra, Pedro Jornalero 25
Rodríguez González, Pedro Jornalero 26
Rosario Martín, Domingo Jornalero - 43
Sosa Jiménez, Antonio Jornalero - 34
Sosa Vega, Juan Jornalero 47
Sosa Vega, Antonio Jornalero - 56
Suárez Hernández, Juan V. Jornalero 32
Valencia Expósito, Antonio Jornalero 30
Valencia Medina, Gregorio - - -
Vega García, Juan Jornalero 40
Vega Rosario, Faustino Jornalero 30
Vega Rosario, Pedro Jornalero 25
Viera Bolaños, Juan Jornalero 29
Viera González, José J. - - -

Fiestas

Sin duda alguna, Agaete se caracteriza también por sus fiestas patronales. La Villa marinera de Agaete celebra durante el mes de Diciembre las fiestas patronales en honor a la Inmaculada Concepción, que comparte el patronazgo de la Villa con Nuestra Señora de las Nieves. El acto popular más conocido durante las fiestas de Agosto en honor a Nuestra Señora de las Nieves, es sin duda alguna, la Bajada de la Rama, declarado acto festivo de Interés Turístico Nacional.

Véase también

Norte: Gáldar
Oeste: Océano Atlántico Agaete Este: Gáldar
Sur: Artenara
  1. Archivo Municipal de Agaete
  2. Ayuntamiento de Agaete. Legajo Bandos.
  3. Ayuntamiento de Agaete. Legajo Bandos.
  4. Transcripción de la sentencia del Concejo de Guerra de Agaete, de la familia de Carlos García Trujillo.
  5. [1] artículo en Infonortedigital.com
  6. Archivo Municipal de Agaete. Censo Electoral Rectificado, 1934. Juzgado de Distrito de Guía