Agricultura en Canarias
De EnciclopediaGuanche
En las Canarias, a pesar de que hasta hace unas décadas era una sociedad fundamentalmente agraria, en la actualidad el peso de la agricultura es escaso aunque algunos de sus productos son muy afamados. La agricultura canaria sólo cubre la quinta parte de las necesidades alimenticias de la región. Los cultivos tradicionales de secano se han convertido, en la práctica, en una agricultura a tiempo parcial, para agricultores que tienen ingresos en otros sectores. El secano prácticamente ha desaparecido a favor del regadío, (u otros usos del suelo). Esto permite el autoconsumo y un pequeño abastecimiento interior, pero no alcanza para las necesidades de la región.
Es preciso distinguir entre la agricultura de mercado y los cultivos de subsistencia.
El carácter abrupto y pedregoso de las islas Canarias, unido a los fuertes desniveles y pendientes, así como la naturaleza volcánica de las islas (con terrenos muy porosos y que retienen poca agua), han dificultado históricamente el desarrollo agrícola en Canarias, y a la vez, obligó a los agricultores a buscar alternativas que amoldaran una práctica tan básica para la humanidad a las condiciones físicas y climáticas de un territorio.
Una característica del área de cultivo canario es un recurso al abancalamiento de las vertientes, ya que estamos en una región muy montañosa. Las vertientes de barlovento, entre los 500 y los 1.000 metros, encontramos los cultivos más necesitados de humedad, gracias al mar de nubes. A sotavento están los cultivos con menos necesidades de agua.
La segunda gran problemática es el agua. La problemática del agua no proviene tanto de la escasez de precipitaciones (existen zonas con alto nivel de precipitaciones y zonas de clima desértico) como de la capacidad de aprovechar el agua de las mismas. La porosidad del terreno supones que los precios de la construcción de embalses se eleven considerablemente, pues es preciso impermeabilizar el suelo en la mayoría de los casos. En las zonas más secas se recurre a sistemas como las gavias, que tratan de aprovechar la humedad del suelo. Para el aprovechamiento superficial de las aguas se recurre también a los aljibes. Sin embargo, con la demanda de los cultivos intensivos de regadío destinados a los mercados exteriores hubo de darse un especial impulso al aprovechamiento de las aguas subterráneas con la construcción de pozos y galerías.
El cereal prácticamente ha desaparecido. En su suelo ahora se cultiva la viña, la papa y frutas y hortalizas. Estos cultivos se localizan en las zonas medias y altas de Tenerife, Gran Canaria y La Palma, y casi todas las tierras de cultivo del resto de las islas.
Tradicionalmente había un policultivo de secano que atendía a las necesidades locales: papas, cereales, vid, frutas, legumbres, verduras, etc. Pero hoy en día los cultivos rentables están dirigidos al mercado y ninguno de esos productos son significativos.
El plátano es el producto estrella de la agricultura canaria, tanto por su calidad como por su difusión. El regadío ha permitido disminuir la superficie de cultivo manteniendo, e incluso aumentando, la producción; pero en la actualidad este es el principal factor limitante para la expansión del plátano, ya que los recursos acuíferos son limitados. Se cultiva en explotaciones de tamaño medio y grande. En algunas comarcas adopta el carácter de monocultivo. La Palma es la principal isla productora de plátanos. También es muy importante para la economía de El Hierro y La Gomera. En Tenerife (el valle de la Orotava) y Gran Canaria las plataneras entran en competencia con el turismo, por lo que se ha reducido la producción. El mercado exclusivo del plátano de canarias es España.
El segundo cultivo en importancia es el tomate. Casi toda la producción se exporta, principalmente a Gran Bretaña y Holanda, por lo que deja muchas divisas. En el resto de España debe de competir con otras regiones productoras y las importaciones marroquíes. La principal isla productora es Tenerife, sobre todo al sur de la isla, pero ya hay claros signos de competencia con el turismo. Se hace necesario un aumento de la productividad. Gran Canaria es la otra gran isla productora de tomate; también en el sur de la isla, la que tiene menos presión turística. Fuera de estas islas sólo Fuerteventura tiene una producción significativa.
El pepino es el tercer producto agrícola canario. Se cultiva en invernadero y está asociado a otros productos hortícolas, como el pimiento. De todas formas su producción está muy lejos del plátano y el tomate. No llega a exportarse. En la península hay otras regiones productoras mucho más importantes.
También, el calor de los invernaderos ha surgido una importante producción de flor. Al poder producir en todo el año esta flor es un importante producto de exportación. Es, con diferencia, el cultivo que más beneficios deja al empresario, por lo que permite la existencia de explotaciones muy pequeñas. Las principales flores son el clavel, que no necesita de invernadero pero sí de rotación, y la rosa. La presencia de aeropuertos internacionales en todas las islas, principalmente del de Tenerife Sur, ha permitido poner en contacto las regiones productoras con sus mercados. La apertura de los mercados europeos ha dado un impulso importante a este cultivo, sobre todo en los meses de invierno, cuando no tienen competencia.
La cebolla es el principal cultivo de secano. Le siguen los cítricos y las frutas tropicales: aguacate, papaya, piña, etc. La parte de esta producción que se exporta lo hace al resto de España. Casi toda la piña canaria se cultiva en El Hierro.
Tabaco tiene una producción modesta, pero la ventaja de que toda ella es para la exportación.
El resto de los cultivos significativos canarios sólo tiene alcance regional, las papas, que tienen una variedad de patata muy característica y con las que se elaboran las tradicionales papas arrugadas, y el vino de La Geria, con su característico paisaje de viñedo amurallado en media luna para proteger cada planta de los vientos, son los más reseñables.
La explotación forestal es testimonial, pero los montes y los bosques tiene, en Canarias una importancia ecológica de primer orden. Los bosques cubren el sobre el 13% de la superficie total. La conservación de la laurisilva es un recurso turístico de primer orden. El principal recuso forestal maderero proviene del pino canario. La madera de pino canario es de muy buena calidad, pero tiene una distribución muy limitada y no es posible aumentarla, por lo que su valor ha caído en el mercado al no poder satisfacer la demanda. Tampoco es una madera de lujo.
Historia de la agricultura en Canarias
Los antiguos canarios precoloniales practicaban una agricultura básicamente cerealera, si bien el peso de la agricultura en la economía precolonial variaba según las islas. La economía de estos antiguos canarios se sustentaba básicamente en la ganadería, salvo en la isla de Gran Canaria, donde la agricultura sí que tenía un peso más significativo. En la isla de Gran Canaria, además, se tiene constancia de la utilización de la técnica del regadío.
El elemento básico de la agricultura de los antiguos canarios era la cebada. En menor medida se cultivaban otros cereales como el trigo y leguminosas como las habas y las arvejas. Al menos en la isla de Gran Canaria se constata el cultivo de árboles frutales como la higuera.
A raíz de la conquista europea los nuevos colonos transplantan al archipiélago las prácticas agrícolas de su lugar de origen para atender al abastecimiento de la población establecida en el archipiélago. De este modo se reimpulsa el cultivo del cereal (trigo y cebada) y se implantan nuevos cultivos como la viña. En las islas más húmedas se implantó un cultivo vinculado a la exportación y a los mercados externos, la caña de azúcar