Tratado de Alcaçovas

En 1479 se firmó el Tratado de Alcaçovas (también conocido como Paz de Alcaçovas) entre Castilla y Portugal que:

• Pone fin a las hostilidades y da comienzo a las buenas relaciones entre Castilla y Portugal tras la guerra civil castellana que enfrentó a Isabel la Católica (hermana del rey Enrique IV) con Juana la Beltraneja (heredera del monarca, pero, según parte de la nobleza, hija de uno de sus hombres de confianza llamado don Beltrán de la Cueva) y casada con Alfonso V de Portugal, por la Corona de Castilla.
• Significa la renuncia expresa de Alfonso V de Portugal al trono de Castilla y la reclusión de Juana en un convento portugués renunciando a todos sus títulos castellanos. La excelente señora, como la llamaban en Portugal, vivió recluida hasta su muerte en 1530.
• Concertamiento de la boda de la infanta Isabel, hija de los Reyes Católicos, con el hijo del rey portugués llamado don Alfonso. A la muerte de éste, contraerá matrimonio con el nuevo heredero al trono portugués, don Manuel el Afortunado. Serán padres de un niño, don Miguel, que, antes de morir a las dos años, llegó a ser heredero de las tres coronas peninsulares (Portugal, Castilla y Aragón).
• Reparto de la influencia marítima por el Atlántico entre los dos países. Así Portugal tendría la hegemonía marítima por debajo del Cabo Bojador dando a Castilla la soberanía sobre las islas Canarias, que no se haría efectiva hasta 1496 con la conquista de Tenerife. La ruta hacia oriente siguiendo la costa africana quedaba así en manos de Portugal, que veía reconocida además su soberanía sobre los archipiélagos de Madeira, Azores y Cabo Verde.
• Reparte el Reino de Fez entre ambos países, delimitando las zonas castellanas y portuguesas.

El tratado fue ratificado por los Reyes Católicos en Toledo en marzo de 1480.