Anselmo Pérez de Brito
De EnciclopediaGuanche
Anselmo Pérez de Brito fue un abogado y político palmero, famoso por su participación en el llamado Pleito de los regidores perpetuos a fines del siglo XVIII.
Nacido en Garafía el 21 de abril de 1728, cuando contaba con tan sólo dos meses de edad, fallece su madre, siendo acogido por Tomás Rege, organista de la Iglesia de El Salvador de Santa Cruz de La Palma, encargándose de que recibiera educación en el Convento Dominico de dicha ciudad.
Comienza a trabajar como escribano y, tras contraer matrimonio con María Teresa Aubert, se traslada a Sevilla para estudiar leyes, regresando a La Palma al culminar sus estudios, ejerciendo como abogado en la isla.
La isla, en esos momentos, se encontraba gobernada por un sólo ayuntamiento, el Cabildo, al frente del cual estaban los regidores perpetuos, pertenecientes a la nobleza y cuyo cargo era perpetuo. La Real Orden de 5 de mayo de 1.766, promulgada por Carlos III, dispuso que, a partir de aquel momento, en los Cabildos entrasen, junto a los regidores representantes de la nobleza, tres representantes del "pueblo", elegidos libremente por votación indirecta, dos de los cuales serían diputados de abasto, y el tercero, personero. De este modo, los vecinos elegían a 24 personeros que, a su vez, designarían a los representantes del "pueblo". En este contexto, resultaron elegidos Santiago Aubert, Anselmo Pérez de Brito y Juan Jacinto de Silva, representantes de la burguesía comercial de Santa Cruz de La Palma. Sin embargo, los regidores perpetuos se negaron a darle posesión a los nuevos representantes, comenzando un litigio legal entre los representantes de la burguesía Anselmo Pérez de Brito y Dionisio O’Daly, Los regidores perpetuos terminan acusando a Anselmo Pérez de Brito del delito de "sedición" y siendo encarcelado en el castillo de Santa Catalina, mientras su casa era saqueada. A los dos años es liberado sin cargos y continúa su batalla legal contra los regidores perpetuos.
A los pocos meses, en 1772, Anselmo Pérez de Brito fallece a causa de una enfermedad contraída en prisión, pero su batalla legal tiene efecto y, cuatro meses después, en enero 1773, se logra una victoria inaudita logrando que todos los componentes del Cabildo Palmero fueran elegidos por el pueblo por designación indirecta, siendo la primera vez que esto ocurría en toda España.