Pirámides de Güímar
De EnciclopediaGuanche
Las Pirámides de Güímar o Majanos de Chacona se encuentran en el pueblo de Güímar en la costa este de la isla de Tenerife, en el archipiélago de las Islas Canarias. Tiene categoría de Bien de Interés Cultural. Son cinco construcciones en forma de pirámides escalonadas. Se trata de una forma de construcción muy popular en zonas agrícolas de Canarias, siendo conocidas como majanos o paredones.
El contexto histórico
Las pirámides o majanos de Güímar se encuadran históricamente en el siglo XIX, época de la explotación económica en Canarias de la cochinilla, un insecto parásito de la tunera o higo pico del que se extrae un tinte muy apreciado en aquella época en que aún no se habían introducido los tintes sintéticos. La explotación de la cochinilla resultaba muy rentable. Tanto que se prepararon para su explotación numerosas fincas que, hasta el momento, habían permanecido estériles debido a la mala calidad del terreno, normalmente formado por piedras volcánicas. Las piedras extraídas en la limpieza de estas fincas se almacenaban formando estructuras piramidales como las de Güímar. Existen aún hoy numerosos ejemplos de estas construcciones agrícolas. En el caso de las de Güímar, existen tanto un acta notarial de compra de la finca, fechada en 1854, en que las presencia de las pirámides no se menciona, como un documento de partición, fechado en 1881, en el que estas estructuras son mencionadas por primera vez. La fecha de construcción queda, por tanto, acotada en este intervalo de 1854 a 1881.
Orientaciones astronómicas
En 1991, Belmonte, Esteban y Aparicio, investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias, descubrieron que el complejo principal de las Pirámides de Güímar está orientado astronómicamente. Este complejo señala, por un lado, la puesta de Sol el día del solsticio de verano y, por otro, la salida del Sol el día del solsticio de invierno. Descubrieron también el fenómeno de la "doble puesta" del sol el día del solsticio estival: el Sol se oculta primero tras un saliente del borde de la caldera de Pedro Gil, reaparece por un instante al superar dicho saliente y se oculta, finalmente, por el fondo de la caldera. Las orientaciones solsticiales hicieron pensar a algunos que las Pirámides eran antiguos templos. No hay, no obstante, ninguna indicación de ello y, en todo caso, de la orientación solsticial, por sí sola, no es posible concluir nada relativo a la fecha de construcción.
Hipótesis de Heyerdahl
En 1991 el famoso investigador Thor Heyerdahl estudió las pirámides y según su teoría no pueden ser montones casuales de piedras. Por ejemplo, las piedras en las esquinas de las pirámides muestran claras marcas de tratamiento y el suelo ha sido nivelado antes de la construcción de las pirámides. Es material no son piedras de campos cercanos, sino rocas de lava.
A pesar de sus investigaciones, Heyerdahl no pudo descubrir la edad de las pirámides ni contestar a la pregunta de quien las construyó, pero defiende que los guanches vivieron en una cueva debajo de una de las pirámides. Hasta la conquista española a finales del siglo XV, Güímar fue la residencia de uno de los diez menceyes (reyes) de Tenerife.
Heyerdahl propuso la teoría de que las islas Canarias habrían servido de base para un supuesto movimiento de barcos entre América y el Mediterráneo. La ruta más rápida de hecho pasa por las islas Canarias, que también fue usada por Cristóbal Colón. En 1970, Heyerdahl demostró que era posible navegar entre África del Norte y el Caribe con métodos antiguos; navegó de Marruecos a Barbados en el barco de papiro Ra II.
Posición de los arqueólogos
La mayoría de lo arqueólogos defienden que las pirámides fueron construidas por agricultores que habían sacado las rocas hacia los bordes de sus campos de cultivo, tal como se hacía comúnmente en otras zonas de las Islas Canarias; tales construcciones son llamadas paredones en el mundo rural. Del mismo modo muchos habitantes de la propia localidad de Güimar atribuyen esa misma función a estas estructuras.
Por otro lado, no se han hallado pruebas que demuestren que estas "pirámides" hayan sido construidas por los guanches; de hecho, hay hipótesis que dan a tales construcciones una antigüedad no superior a los 200 años. Tampoco se ha demostrado que en la antigüedad hubieran tenido lugar viajes de pueblos mediterraneos a América como los que defiende Heyerdahl. De hecho tales teorías son rechazadas por la práctica totalidad de los historiadores.
Muchos de estos arqueólogos denuncian que las Pirámides de Güímar son un mero reclamo turístico y que todas estas teorías carecen de fundamento histórico.
El parque etnológico
El Parque Etnográfico Pirámides de Güímar es un complejo de estructuras piramidales, orientadas astronómicamente a los solsticios de verano e invierno, y por tanto de gran valor cultural, histórico y arqueoastronómico. El Parque ofrece al visitante la posibilidad de contemplar estas construcciones escalonadas que guardan una sorprendente similitud arquitectónica con las encontradas en Egipto, Mesopotamia, Cerdeña, Sicilia, Sudamérica y otras partes del mundo.
En 1998 el área de 65.000 m² de las pirámides de Güímar se abrió al público como parque etnológico. Heyerdahl fue apoyado por el naviero noruego Fred Olsen, que vive actualmente en Tenerife. Un centro de información acoge a los visitantes y les explica las expediciones de Heyerdahl y sus teorías sobre las pirámides. Dos pabellones contienen exhibiciones sobre Heyerdahl y modelos de sus barcas y una reproducción a escala natural de la barca Ra II.
La posible influencia de la Masonería
Ha surgido recientemente la propuesta [1] de que la Masonería pudiera haber influido en las orientaciones astronómicas de las Pirámides de Güímar. Esta propuesta se basa en la influencia que la institución masónica tenía en Canarias y en España en el último tercio del siglo XIX, en la importancia del simbolismo solsticial en la Masonería y en el hecho de que el propietario de la finca, Antonio Díaz Flores, desde 1854, era masón. Es de señalar que esta propuesta en nada modifica la datación ni la finalidad de la construcción dada por los historiadores (siglo XIX y explotación agrícola), incidiendo solamente en la motivación de incluir la componente estética de las orientaciones solsticiales.
Bibliografía
- "Las Pirámides de Güímar: mito y realidad". A. Aparicio y C. Esteban. Centro de la Cultura Popular Canaria, 2006.