Menceyato de Abona

Abona era uno de los nueve menceyatos en que fue dividido la isla canaria de Tenerife tras la muerte del mencey Tinerfe, en la época anterior a la conquista de las islas por parte de la Corona de Castilla. Ocupaba la extensión de los actuales municipios de Fasnia, Arico, Granadilla de Abona, San Miguel de Abona y Arona, región que en la actualidad continúa recibiendo la denominación de Abona.

Según Juan Álvarez Delgado, sus últimos menceyes fueron Atguaxoña y Adxoña (o Adjona), habiendo el primero pactado con los europeos y firmando con Diego García de Herrera el Acta de Bufadero (1464). El menceyato de Abona formó parte de los bandos de paces. Se cree que en el momento anterior a la conquista, la aridez de este territorio era incluso más elevada que en la actualidad, lo cual dificultaba el desarrollo de la agricultura, y obligaba a una densidad de población baja. Su economía se basaba en la ganadería, con trashumancia vertical de los rebaños, trasladándose a la costa en invierno y a las cumbres en verano. Ello se combinaba con un aprovechamiento de los recursos marinos de la costa y una agricultura de cereal en las medianías, donde se asentarían los principales núcleos de población. También se practicaba la recolección de productos vegetales en los pinares. Del poblamiento precolonial de este territorio nos han llegado algunos vestigios arqueológicos como los poblados de cabañas de Vilaflor, el poblado de Guargacho, las cuevas sepulclares del Barranco del Pilón y el Barranco de Herques, litófonos, y numerosos grabados rupestres en estaciones en Malpaso, Roque de Bento, Aldea Blanda, etc. presentando motivos geométricos, lineales, podomorfos e inscripciones alfabéticas líbico-bereberes.

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