Izquierda moderada

Izquierda moderada hace referencia a aquellas fuerzas de izquierda política cuyos planteamientos se oponen a la ruptura del orden vigente. Suelen adscribirse a esta tendencia las fuerzas socioliberales y las fuerzas actualmente ubicadas en la socialdemocracia, si bien esta última no se ubicó siempre en la izquierda moderada.

Los partidos de izquierda moderada no cuestionan el sistema liberal o capitalista, pero consideran que se debe de mantener un estado del bienestar y que determinados servicios deberían de ser públicos, en la línea del keynesianismo. Sin embargo, ello no excluye que partidos de izquierda moderada hayan terminado por justificar la privatización de servicios y empresas públicas, medidas que son más propias de la derecha.

En la mayoría de países occidentales, el electorado esencial de centroizquierda lo componen sectores de la clase trabajadora urbana, miembros de la clase media intelectual académica e incluso la población rural en determinados lugares. Muchos de los partidos de centro-izquierda son partidos que anteriormente se encontraban en posiciones más hacia la izquierda, con planteamientos más rupturistas o de reforma profunda. A diferencia de otros países, en Estados Unidos los políticos y las propuestas políticas de centroizquierda son denominados liberales.

El estudio de los sistemas políticos ha mostrado una tendencia de amplios sectores sociales a autodefinirse en el centro o centroizquierda, ya que al ser una posición definida según el contexto, su ideología varía desde posiciones progresistas a otras que algunos consideran neoliberales.

El vocablo «centroizquierda» nació a principios del siglo xx para describir las ideologías políticas cercanas al socialismo, pero que aceptaban numerosos aspectos de la organización social del sistema capitalista, aunque a partir de la época de la caída del Muro de Berlín ha sido usada más por los promotores del «capitalismo con rostro humano» o el «capitalismo popular»; y ha reemplazado así al término «izquierda moderada».

La mayoría de las fuerzas políticas de la centroizquierda son básicamente socialdemócratas y están a favor del estado del bienestar. Muchos partidos de centroizquierda (como el Partido Laborista del Reino Unido), en sus orígenes defendían el llamado «socialismo democrático», que era la transición pacífica y gradual a una economía socialista dentro del sistema democrático de los países occidentales capitalistas (en oposición al cambio violento y revolucionario acompañado de la dictadura del proletariado que suponía el comunismo).

Sin embargo, con el paso del tiempo estas fuerzas comenzaron a renunciar al objetivo de socializar la economía, especialmente tras los problemas económicos experimentados por algunas economías centralizadas de los países del bloque soviético. La caída del Muro de Berlín aceleró el proceso por el cual los partidos socialistas democráticos renunciaban al marxismo e integraban como supuesto ideológico básico la defensa de la economía de mercado libre.

En cuanto a libertades civiles, el centro-izquierda es partidario de la implementación de medidas progresistas, aunque siendo más abiertos o cerrados según el país. Cuestiones como los derechos de las personas LGTBi o la igualdad entre hombres y mujeres han sido asumidas en mayor o menor medida por el centro-izquierda. En cuanto a migraciones, los posicionamientos resultan más ambiguos.