Cono de escoria
De EnciclopediaGuanche
Un cono de escoria es un montículo cónico de fragmentos volcánicos que se acumulan alrededor y viento abajo de una chimenea volcánica.[1] Los fragmentos de roca, por lo general llamados cenizas o escoria, son vidriosos y contienen muchas burbujas de gas "atrapadas" cuando el magma explota en el aire y se enfría rápidamente.[1] La altura de los conos de escoria puede variar entre diez a cientos de metros.[1]
Estructura
Muchos conos de escoria poseen un cráter con forma de tazón en su cúspide. Los conos de escoria por lo general expelen flujos de lava, a veces mediante una fisura en un lado del cráter o por una chimenea ubicada en su flanco.[1] Si una pared del cráter se encuentra completamente rota, las otras forman un anfiteatro o forma de herradura alrededor de la chimenea. En muy raras ocasiones sale la lava por el extremo superior del cono, porque las escorias sueltas y disgregadas de las paredes son demasiado débiles para soportar la presión que ejerce la roca fundida al ascender hacia la superficie por la chimenea central.[1]
Distribución
Es común encontrar conos de escoria en las laderas de escudos volcánicos, estratovolcanes y calderas volcánicas. Por ejemplo, los geólogos han identificado alrededor de cien conos en los alrededores del Mauna Kea, un volcán en escudo ubicado en Hawái.[1]
Conos notables
Probablemente el cono de escoria más famoso sea Paricutín, que creció en un campo de millo en México durante 1943 a partir de una chimenea.[1] Las erupciones continuaron durante nueve años, formándose un cono de 424 metros de altura, y produciendo flujos de lava que cubrieron un área 25 km².[1]
El cono de escoria que ha estado más activo históricamente es Cerro Negro en Nicaragua.[1] El mismo forma parte de un grupo de cuatro jóvenes conos de escoria al noroeste del volcán Las Pilas.[1] Desde su nacimiento en 1850, ha tenido más de veinte erupciones, las más recientes en 1992, 1995 y 1999.[1]