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Cesarina Bento Montesinos

De EnciclopediaGuanche

Cesarina Bento Montesinos es una poetisa nacida en Agulo, La Gomera, en 1844, y fallecida en el mismo pueblo en 1910.

Cuando sólo contaba con diez años de edad se traslada con sus padres a Cuba. Vivirán en Cuba 9 años. Salen de Cuba en 1863 trasladándose a Cádiz y regresando a La Gomera en 1870. Cesarina había escrito en Cuba los poemas iniciales que darían forma a su actividad poética posterior. De sus muchas composiciones merece citarse "El asesino condenado a muerte", Pero su obra más importante es el libro íntimo titulado "Libro de Cesarina Bento y Montesinos". En el diario de la finada confiesa haber escrito varios libros en Cuba, se entiende en viajes posteriores, que permanecían inéditos, salvo el trabajo que había comenzado y que tituló "Las víctimas de un adulador". En el 2004 se publicó una obra suya bajo el título "Rastros de ceniza".


Obra

Su obra poética se halla citada en la literatura canaria, aunque apenas es conocida globalmente. Cesarina había escrito en Cuba los poemas iniciales que darían forma a su actividad poética posterior, ya en España. No escapará a la influencia del paisaje cubano, ni a la belleza romántica de los avatares más dramáticos de la naturaleza. Cesarina escribe sobre su isla natal y de sus mayores: La Gomera.

Escribió un libro íntimo, especie de breviario lírico comenzado a los 13 años en el que anotaba acontecimientos e impresiones de su vida. Tituló ese manuscrito como Libro de Escarnai Tóben y Nontisemo, título en donde escribió su nombre como un anagrama, ya que en realidad significaría «Libro de Cesarina Bento y Montesino». Éste todavía se conserva y está forrado de terciopelo con estampados de oro. Está escrito en prosa y verso.

De sus muchas composiciones merece citarse El asesino condenado a muerte. En el diario de la finada confiesa haber escrito varios libros en Cuba que permanecían inéditos, salvo el trabajo que había comenzado y que tituló Las víctimas de un adulador. En el 2004 se publicó una obra suya bajo el título Rastros de ceniza.

Su producción literaria se dio a conocer por Sebastián Padrón Acosta en el trabajo "Musa isleña: Anchieta...", publicado en Biblioteca Canaria 1940 que dirigía Leoncio Rodríguez.