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Diferencia entre revisiones de «Atentado a Antonio Cubillo»

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El [[5 de abril]] de [[1978]] se cometió un frustrado intento de asesinar al organizador del grupo terrorista [[MPAIAC]], [[Antonio Cubillo]], por agentes de los servicios policiales españoles. El intento de asesinato se produjo tras una reunión secreta en febrero de ese año, en [[Trípoli]], de un ''Comité de Liberación'' ad hoc de la extinta [[Organización para la Unidad Africana]] dirigido por [[Argelia]], que pretendía enviar una Comisión al Archipiélago Canario para supervisar su «descolonización».
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El [[5 de abril]] de [[1978]] se cometió un frustrado intento de asesinar al organizador del grupo independentista canario [[MPAIAC]], [[Antonio Cubillo]], por agentes de los servicios policiales españoles. El intento de asesinato se produjo tras una reunión secreta en febrero de ese año, en [[Trípoli]], de un ''Comité de Liberación'' ad hoc de la extinta [[Organización para la Unidad Africana]] dirigido por [[Argelia]], que pretendía enviar una Comisión al Archipiélago Canario para supervisar su «descolonización».
  
 
== Antecedentes ==
 
== Antecedentes ==

Revisión del 16:32 11 nov 2010

El 5 de abril de 1978 se cometió un frustrado intento de asesinar al organizador del grupo independentista canario MPAIAC, Antonio Cubillo, por agentes de los servicios policiales españoles. El intento de asesinato se produjo tras una reunión secreta en febrero de ese año, en Trípoli, de un Comité de Liberación ad hoc de la extinta Organización para la Unidad Africana dirigido por Argelia, que pretendía enviar una Comisión al Archipiélago Canario para supervisar su «descolonización».

Antecedentes

Entre el 13 y el 18 de febrero de 1978, se reunió en Trípoli, un denominado Comité de Liberación ad hoc de la OUA, cuya composición se desconoce por no existir actas de las reuniones, que tenían carácter secreto.[1][2] El Comité, según el coronel tanzano Mbita, había decidido apoyar al MPAIAC —cuyo dirigente, Antonio cubillo, ya recibía un sueldo del gobierno argelino—, y enviar una Comisión formada por Libia, Senegal, Nigeria y Guinea además de Argelia, para supervisar en Canarias un «proceso de descolonización». También habría acordado, todo ello a petición de Cubillo, elevar el asunto al secretario general de la OUA, William Eteki, aunque el Consejo de Ministros de la OUA rechazó tratar el tema.[3] Otra pretensión de Cubillo era que aquél le acompañara a Nueva York, y presentar «el caso de Canarias» ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.[4]

Dicho Comité respondía a los intereses específicos de Argelia, que pretendía con ello desviar la atención de sus problemas políticos y económicos.[5] Dos días después de la reunión, Marruecos y Mauritania retiraron su apoyo al Comité, negando además que Canarias fuera «territorio africano» como se pretendía en la reunión. Marruecos añadió, sobre el gobierno argelino, que "es curioso que hayan esperado la llegada de Cubillo a Argel para descubrir un pueblo guanche y un colonialismo nuevo". El ministro de exteriores de Mauritania afirmó que "Cubillo es un aventurero que sirve a su ambición personal y a los intereses de naciones extrañas".[1]

Por su parte, el Congreso de los Diputados de España, en sesión de 14 de febrero de 1978, con un voto en contra y a propuesta de todos los grupos parlamentarios, calificó el acuerdo de la reunión de Trípoli como una intervención injustificable en los asuntos internos de España.[6] los partidos de todo el arco parlamentario protestaron por la injerencia y solicitaron la planificación de la defensa militar de las Islas Canarias. D.Juan de Borbón, padre de Juan Carlos I, había viajado previamente a Trípoli para conseguir que el coronel Gaddafi retirara el apoyo que Cubillo había obtenido del régimen libio.[7]

Según especulaba el diario Der Spiegel el gobierno alemán habría asignado al agente especial de la policía de Baja Sajonia, Werner Mauss, a Las Palmas de Gran Canaria, para obtener información del MPAIAC. Con dicha información se habría dirigido a Argel para infiltrarse en la organización terrorista, aunque habría sido rechazado. Aun así habría permanecido en la ciudad planeando el asesinato.[8]

El atentado

José Luis Espinosa Pardo, antiguo infiltrado del SECED en el PCE(r) y en el FRAP, que anteriormente se había ofrecido a apoyar a Cubillo, contrató a los mercenarios Juan Antonio Alfonso González y José Luis Cortés para que lllevaran a cabo el asesinato.[9][10]

Los dos autores criminales se trasladaron a Argel la mañana del 5 de abril de 1978. Los dos mercenarios esperaban frente al ascensor de la residencia de Cubillo en la Avenida de Pekín de dicha ciudad. Al llegar, frente al ascensor, éste es apuñalado por sorpresa dos veces, recibiendo heridas graves en la espalda y el abdomen. Los mercenarios, cuando se disponían a cortarle el cuello se vieron sorprendidos por la irrupción de un funcionario argelino,[11] por lo que se vieron obligados a huir. Antonio Cubillo tuvo que usar muletas tras el atentado.[12]

Según cuenta Cubillo en entrevistas posteriores, fue al hospital por sus propios medios y gracias a que no había ningún coche en las calles debido a un importante partido de fútbol llegó a tiempo. También relata que el presidente argelino, Houari Boumédiène, se preocupó personalmente del asunto y mandó a detener sin otro motivo a todos los españoles que había en la capital, les retuvo los pasaportes y así fue como Cubillo reconoció a sus agresores. Llegaron a la conclusión de que eran españoles porque "si no le han insultado mientras le apuñalaban es que no eran argelinos".[13] Cubillo, una vez que regresó a Madrid, culparía de la operación al ministro Martín Villa[14]

Consecuencias

El gobierno argelino ocultó los hechos durante varios días,[15] aunque los autores del atentado fueron apresados el mismo 5 de abril y condenados a muerte por el régimen de Argel, aunque indultados siete años más tarde. Éstos a su vez declararon tras su liberación que trabajaban para José Luis Espinosa, encontrándose éste en paradero desconocido. Pero el 22 de octubre de 1988, Espinosa es capturado por las fuerzas policiales españolas y trasladado a la prisión provisional de Carabanchel bajo órdenes de la Audiencia Nacional.[16] El asunto salpicó también a las autoridades y los servicios secretos de la Baja Sajonia por la participación del agente Werner Mauss.[17][18]

En el año 2003 la Audiencia Nacional aprobó una indemnización de 150.203,03€ por la acción terrorista.[4][19]

Cultura popular

Un año después de los hechos acaecidos, Jordi Sierra i Fabra publica la novela En Canarias se ha puesto el Sol. Dicha novela trata de una hipotética ola de atentados del MPAIAC, incluyendo el secuestro en Barcelona de un tren cargado de plutonio y una matanza en el Estadio Santiago Bernabéu con varios miles de muertos, seguidos de la invasión de las Islas Canarias desde submarinos argelinos. Se menciona el atentado sufrido por Cubillo,[sin referencias] salvo que en la ficción éste muere, sirviendo de pretexto para la invasión.

Referencias

Notas

Bibliografía

  • Revista Historia 16 año XV nº 177 (1991) Madrid ISSN 0210-6353
  • Diego Cárcedo, Sáenz de Santamaría El General que cambió de bando ISBN 84-8460-309-1
  • Antonio Cubillo Ferreira Los años Verdes (1991) ed. CCPC ISBN 978-84-7926-046-0
  • Jordi Sierra i Fabra, En Canarias se ha puesto el Sol (1979) Barcelona ISBN 84-320-5387-2