Historia de Fuerteventura
De EnciclopediaGuanche
En el momento de la conquista la isla estaba dividida en dos tribus aborígenes, unos seguidores del rey Guize y otros de Ayose. Los territorios de estas tribus eran Maxorata (al norte) y Jandía (al sur), separados por una muralla (de la que aún se conservan restos) en el istmo de La Pared. El nombre antiguo de la isla, Herbania, hace referencia a esta muralla.
La isla se conocía desde mucho antes que tuviera lugar la conquista castellana. Se habían llevado a cabo una serie de expediciones por parte de mallorquines, catalanes, portugueses, genoveses, etc. ya que las potencias se disputaban el derecho de conquista.
La conquista de las islas comienza en 1402, comandada por los normandos Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle, y afrontada solo por 63 marineros de los 283 iniciales, después de que tuvieran lugar numerosas deserciones. Tras llegar y asentarse en Lanzarote, la expedición lleva a cabo las primeras expediciones a la isla vecina. Fue Gadifer quien tomó la iniciativa de la conquista, afrontando numerosas dificultades, tras la partida de Bethencourt hacia la península para buscar el reconocimiento y apoyo del rey de Castilla. A su regreso se produce la ruptura de los socios y Gadifer abandonaba las islas. En pocos años (1405) Fuerteventura quedó controlada tras un periodo de convivencia entre conquistadores y aborígenes, pasando a ser un señorío dependiente del Rey de Castilla.
Los colonizadores se asentaron mayoritariamente en la Villa de Betancuria (fundada en honor de Bethencourt y convertida en capital de la isla) y alrededores. El primer recuento de población la cifra en unos 1200 habitantes.
La isla sufrió el acoso por parte de varias incursiones piratas. En 1593 una expedición berberisca invadió la isla arrasando la capital. Para evitar este tipo de ataques se construyeron varios castillos a lo largo de la costa.
En el año 1812 las Cortes de Cádiz abolieron el señorío, pasando Fuerteventura a integrar la provincia española de Canarias.
La exportación de vinos, cereales, cochinilla, etc. fue el motor del progreso económico y demográfico de la isla a lo largo de su historia.
En los años 70 se produce una profunda transformación económica y social en la isla a causa del turismo. La población del interior tiende a concentrarse cerca de las costas.
La capital a lo largo de la historia ha estado situada en Betancuria, La Oliva, Antigua y finalmente en Puerto Cabras.