Acequia
De EnciclopediaGuanche
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Una acequia (del árabe hispano assáqya, y este del árabe clásico «al-sāqiyah», irrigadora) es una zanja o canal a cielo abierto para conducir el agua de regadío, de abastecimiento a poblaciones o fines similares. Las acequias trasvasan el agua hacia las tierras de riego o hacia infraestructuras que usen al agua para su funcionamiento o que simplemente la almacenan. Es un tipo de obra hidráulica que sigue vigente y es común ver acequias con agua en las medianías de Archipiélago Canario, así como en otros lugares del mundo.
A las acequias de pequeño tamaño se las denomina en Canarias atarjeas.
Historia
Con especial desarrollo en la cultura árabe, estas construcciones, tienen afinidades de uso con los acueductos romanos, si bien su empleo principal es el riego de huertos, plantaciones o explotaciones agrarias, aprovechando la orografía del terreno para la distribución y conducción del agua, formando una red de ramales a partir de la acequia principal. Los árabes desarrollaron ampliamente la red de canalización del agua en la Península Ibérica. Los árabes fueron verdaderos artistas en el trazado de acequias y su forma de llamar a estos canales ha trascendido hasta nuestros días.
Las primeras crónicas de la conquista, en el siglo XV, dejaron constancia escrita sobre las acequias de los los antiguos canarios. En los primeros años de la conquista, la nueva sociedad continuó con la construcción de acequias, ampliando notablemente su cobertura. En las islas realengas (Gran Canaria, Tenerife y La Palma) los colonos se repartieron el agua, privatizándola. Al principio la tenencia del agua estaba ligada a la propiedad de la tierra pero con el tiempo ésta se liberalizó y se convirtió en una mercancía independiente que se heredaba, vendía o donaba. las Heredades de agua de las islas de realengo protagonizaron la construcción y ampliación de la red de acequias. Mantener las acequias libres de impurezas y de roturas para que no tuvieran pérdidas, era una labor fundamental. Las Ordenanzas concejiles y los Heredamientos se encargaban de velar para mantener controladas estas amenazas y además vigilar que nadie que no fuera el propietario del agua, usurpara el agua de la acequia.
Construcción
Las primeras construcciones eran simples zanjas excavadas reforzadas con muros de piedra y con un piso empedrado. Podían ser pequeños canales de argamasa o simplemente cuando el terreno era impermeable se labraba directamente sobre la roca. Luego fueron sustituidas por tuberías construidas con hormigón, luego con hierro y más recientemente con plástico. Para salvar montañas y barrancos se abrían, cuando era necesario, túneles en la misma roca o se construían canales de madera o sillares de cantería para sortear los retos de la orografía isleña. Con el tiempo también se fabricaron acueductos sobre arcadas de piedra con arco de medio punto.
Funcionamiento
Las canalizaciones matrices, conocidas como acequias reales, distribuyen los caudales principales. El caudal se administra gracias a las cantoneras y pesadores de agua que permiten repartir el agua con precisión. Las acequias principales presentan a lo largo de su recorrido unos quebraderos para desviar el agua a las atarjeas, los canales secundarios. También presentan rebosaderos, o aliviaderos para evitar que un caudal excesivo las destroce, decantadores y filtros para retener posibles sedimentos e impurezas. El agua se distribuye por la acequias por rigurosos turnos llamados dulas, en función del agua que ha sido comprada.
Véase también
Referencias
Gran Enciclopedia Canaria (1994). La Laguna, Tenerife: Ediciones Canarias.
VV.AA. (2005): Guía del patrimonio etnográfico de Gran Canaria. Las Palmas de G.C.: Cabildo de G.C. Patrimonio histórico.
http://www.cronistasoficialesdecanarias.es/descargas/cronicas01/laaldea.pdf
https://www.gevic.net/info/contenidos/mostrar_contenidos.php?idcat=2&idcap=10&idcon=2097
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