Historia de El Hierro
De EnciclopediaGuanche
Nombres de la isla
El nombre de la isla, El Hierro, a pesar de lo que uno puede pensar proviene del lenguaje aborigen (Hero) pero, durante la conquista, se transformó por similitud con la palabra castellana. Otra variante del nombre indígena de la isla era Esero o Eseró.
En el texto de Plinio el Viejo (quien tomó como fuente a Juba II) donde se nombra a las islas Canarias, aparecen una serie de nombres. Si bien no hay nada que indique con seguridad que esto sea así, suele relacionarse a la isla que aparece denominada como Capraria con el Hierro. En cuanto al término Capraria el debate gira en torno a tres teorías: la primera que identifican a capraria con el gran número de cabras presentes en la isla; la segunda habla de un error de transcripción, y dado que en la descripción que hace Plinio de la isla se dice poblada de grandes lagartos, puede que el término original fuera Sauraria; la tercera hace referencia a la existencia del etnónimo o nombre de tribu norteafricana caprarii, así como de los Montes Caprarienses.
Los antiguos habitantes de la isla eran los bimbaches.
Antigüedad
Para el mundo griego y romano clásico, las Islas Canarias eran consideradas como un lugar paradisiaco en la lejanía. Es muy probable que fueran los fenicios, los primeros en tener contacto con las islas. Existen numerosos mitos y leyendas sobre las islas y su origen. La primera pista se encuentra en la Odisea del poeta griego Homero. También se nombra a esas islas en la obra de Hesíodo. No obstante, el establecer que esas islas mitológicas son las Canarias no pasa de ser una opinión popular pues no hay referencias claras que así lo demuestren.
Primeros habitantes
Como forma genérica se denomina a los primeros habitantes de Canarias guanches, aunque esta denominación es propia de los habitantes de Tenerife. A los habitantes del hierro se les denomina bimbaches.
La llegada y procedencia de los primeros habitantes de El Hierro aún presenta muchas incógnitas.Diversos autores esgrimen que vinieron huyendo de las hambrunas del Sáhara, otros huyendo de las persecuciones y otros que fueron deportados por los romanos. Lo único que se sabe a ciencia cierta es que cuanto más al norte hayan partido con sus botes, más rápido lograrían conectar con la Corriente de las Canarias que les transportaría a las islas.
Cuando llegaron los conquistadores a El Hierro se encontraron con unas tribus agrícolas y ganaderas aisladas del resto del mundo. Las diferencias entre los habitantes de cada isla eran muy notables, pues habían olvidado el arte de la navegación y no tenían contacto entre ellas. Esto se debe a que las islas cayeron en el olvido desde la antigüedad y no fueron redescubiertas hasta el inicio de la Edad Moderna.
Expertos en linguística confirman la tesis de que los primeros habitantes procedían del norte de África debido a las similitudes entre los petroglifos alfabetiformes canarios y los bereberes del Magreb y de Libia y la escritura tifinagh. Los asentamientos en El Hierro comenzaron en el siglo V antes de Cristo. Se cree que tuvo que ser muy dificil establecerse en la isla debido a los altos riscos que bordean su costa. Los contactos con las demás islas eran prácticamente inexistentes pese a la existencia de una leyenda que explica que fue una mujer de La Gomera la que enseñó a los bimbaches el uso del fuego. Esto último es evidentemente un mito, pues el uso del fuego por las comunidades humanas está atestiguado desde hace 500.000 años, y la propia isla de El Hierro se formó geológicamente hace 1.000.000 años. Los primeros pobladores de la isla se encontraban en un estadio de civilización posterior al paleolítico y al neolítico, pues el poblamiento se habría producido hace alrededor de 2.000 años.
La economía de los bimbaches era principalmente pastoril, con abundante ganado caprino, ovino y porcino. También se dedicaban a la agricultura (por lo menos la cebada), la recolección y el aprovechamiento de los recursos marinos. En El Hierro, tal como sucedía también en Lanzarote, no había división territorial interna al contrario que en el resto de islas. Debido a que no existía ruta de comercio, escaseaban los productos elaborados y herramientas. Solo existía un mercado interior. Supuestamente, las tierras y otros recursos comunes se repartían equitativamente. El poder divino lo representaba la naturaleza.
Conquista de la isla
La conquista de la isla se produjo más bien de forma pacífica, mediante negociaciones, a manos de Jean de Bethencourt. El conquistador normando tuvo entre sus filas a Augeron, hermano del monarca de la isla, apresado años atrás y ahora mediador entre los aborígenes y los conquistadores. A pesar que Jean de Bethencourt prometió al monarca respetar la libertad de su pueblo a cambio de la rendición, finalmente no mantuvo su palabra y un gran número de sus habitantes fueron vendidos como esclavos. Se asentaron luego franceses y peninsulares (principalmente gallegos), junto a los naturales de la isla, estaban bajo el mandato del gobernador Lázaro Vizcaíno, quien sufrió un levantamiento de los aborígenes debido a su política de castigo hacia ellos. La Corona de Castilla había pagado a mercenarios vasco-franceses para conquistar la isla; sin embargo estos la vendieron a Portugal, que luego la cedió a la Corona española en el Tratado de Alcáçovas.
La progresiva expansión del control por parte de la Corona de Castilla concentró las tierras y los beneficios de producción comercial, mediante un régimen señorial. Antes y después de incorporarse la isla a la Corona española, algunos habitantes fueron llevados como mano de obra esclava; aunque luego regresaron a la isla. Más tarde se asentaron franceses y gallegos bajo el régimen señorial.
Visita de Colón
En su segundo viaje a América, Cristobal Colón hizo escala en La Gomera y en El Hierro. En esta última isla realizó la escala para proveerse de alimentos y agua así como para esperar vientos mejores. En total, pasó 17 días en la isla esperando a una mejora en los alisios que permitiera a su flota de 17 buques avanzar más rápido. El 3 de octubre de 1493 partió desde la Bahía de Naos al Nuevo Mundo.
La Virgen de Los Reyes
En 1546 un barco que se dirigía hacia América pasó junto a la Punta de la Orchilla, en la isla meridiana de El Hierro. Más tarde, cuando quisieron los marineros poner rumbo hacia las Américas el barco no podía salir del mar de las Calmas, navegando en círculo incesantemente durante varios días. Finalmente el 6 de enero los alimentos de a bordo se había acabado y tuvieron que acercarse a tierra para pedir comida. Los pastores de El Hierro los proveyeron de víveres para la dura travesía.
A cambio y como agradecimiento, los marineros le entregaron a los pastores lo "único de valor que guardaban en el barco", una imagen de la Virgen María. A partir de este momento, una suave brisa comenzó a soplar en el mar de las Calmas y el barco pudo alejarse rumbo al Nuevo Mundo. Los pastores custodiaron a la Virgen a la que denominaron "Virgen de los Reyes" en honor al día de su llegada a la isla. La talla se depositó en el Caracol, en la cueva que llamaron a partir de ese momento "Cueva de La Virgen". Allí la veneraban y le ofrecían sus presentes, de esta manera, se convirtió en la protectora y patrona de La Dehesa, de los ganados y posteriormente de toda la isla.
Más tarde, se construyó una ermita en las proximidades del Caracol, que alberga a la imagen y a los pastores en las noches frías y húmedas. Un lunes, 25 de abril del año 1577 se celebró y cantó la primera misa en el santuario herreño, el actual Santuario Insular de Nuestra Señora de los Reyes. Desde entonces se celebra una festividad anual en honor de la Virgen de los Reyes el 25 de abril, fiesta que se sigue celebrando hasta nuestros días bajo el nombre de "Fiesta de los Pastores".
Iglesia de la Concepción
En la Villa de Valverde se encuentra la Iglesia Matriz de Nuestra Señora de la Concepción, de estilo barroco clasicista, construida entre los años 1767 y 1820. El templo es de planta rectangular, dividida en tres naves. En la nave central se sitúa el campanario y en la cabecera de esta nave encontramos un ábside de planta cuadrada.
En la fachada principal, la nave central se adelanta y en ella se abre un gran arco de medio punto realizado en cantería, sobre el que se eleva una original torre, cuyo segundo cuerpo está compuesto por un campanario de planta octogonal, rematado por una pequeña cúpula de influencia mudéjar, con una imagen de la Virgen de La Concepción.
Unos pilares soportan la cubierta de la iglesia, en cuyo interior es posible contemplar un artesonado de madera de tea de pino, de estilo mudéjar muy sencillo. Esta cubierta fue reformada en 1937, pues la anterior amenazaba ruina. La capilla mayor y el crucero mantienen la techumbre original.[1]
Emigración
Los habitantes de la isla han tenido que emigrar en diversas ocasiones por motivos bien distintos. La mayoría lo hacía en casos de crisis política, largas sequías o hambrunas. Los principales destinos de la emigración fueron Cuba, Venezuela y Puerto Rico. Hasta los años 1949 y 1950 partían barcos de vela desde El Hierro hasta América de forma clandestina. Algunos de los emigrantes han retornado recientemente con la mejora de las condiciones económicas y sociales de la isla.
Destierro
El siglo XIX supuso que El Hierro, al igual que Fuerteventura se volviera interesante para Madrid como lugar de destierro de políticos, militares y liberales indeseados. No obstante, que la isla se convirtiera en una especie de cárcel flotante fue beneficioso para los isleños, pues gracias a ello, llegó desterrado Leandro Pérez por motivos políticos, convirtiéndose en el primer médico de la isla. La población era la encargada de vigilar a los desterrados.
Otros confinados fueron el escritor español Félix Mejía, editor del popular semanario satírico El Zurriago, así como otros periodistas exaltados y molestos con el padre Blas de Ostolaza, antaño educador de Fernando VII, acusado de degenerado corruptor de menores, que lograron fugarse en un barco norteamericano con ayuda de la organización comunera canaria y la carbonería internacional, llegando a Filadelfia en 1824 en medio de la más absoluta miseria. Mejía recibió la protección de liberales estadounidenses, masones y bonapartistas allí exiliados, entre ellos José Bonaparte.[2]
En el siglo XX, gobernando Alejandro Lerroux en la Segunda República, fue desterrado el dirigente comunista Florencio Sosa Acevedo, diputado, maestro y alcalde de Puerto de la Cruz, si bien por pocos meses, porque en las elecciones del 16 de febrero de 1936 ganó el acta de diputado a Cortes por Santa Cruz de Tenerife.[2]
Confinados unos seis meses durante 1962 estuvieron Íñigo Cavero y José Luis Ruiz-Navarro, profesores de la Universidad Complutense de Madrid, represaliados por su asistencia en Múnich al Congreso del Movimiento Europeo. Con la Transición, en 1977, por la UCD, José Luis Ruiz-Navarro fue elegido diputado a Cortes, e Iñigo Cavero ministro de Justicia y Cultura, que tan agradecido se sentía con el trato de los herreños, que 18 años después acudió a unas fiestas en El Hierro. [2]
Meridiano Cero
Durante varios siglos fue referencia del meridiano "0" ya que era el extremo más occidental del mundo conocido. El meridiano se fijó en la Punta de Orchilla, durante varios siglos hasta que se trasladó la referencia al meridiano de Greenwich. Por esta causa también se conoce a la isla de El Hierro como la isla del meridiano.
Pozo de la Salud
Entre los años 1702 y 1704 se perforó el Pozo de la Salud,[3] que inicialmente se llamaba Pozo de Sabinosa.[4] Formaba parte de un programa de búsqueda sistemática de agua potable en la línea de la costa. El agua encontrada resultó algo salobre, pero muy útil para dar de beber a los animales. Pero, además, pronto se comprobó que las personas que tomaban esa agua tenían mejor salud y resistían las epidemias.
A lo largo del siglo XIX numerosos médicos certificaron sus propiedades. También personalidades célebres bebieron sus aguas, según el método tradicional. Cada día de terapia en el Pozo comenzaba bebiendo varios litros de agua recién extraída, hasta obtener un efecto purgante. Más tarde era necesario darse un baño en agua muy caliente (45 grados), durante unos 10 minutos. Y después a sudar en la cama, muy abrigado.
El agua del Pozo de la Salud servía para mejorar o curar muchas enfermedades de la piel, y trastornos digestivos. Pero era más amplia la lista de sus indicaciones. Gracias a su fama, fue constante la peregrinación de enfermos que llegaban de otras islas. La razón principal para viajar a la isla de El Hierro era para tomar las aguas minero-medicinales del Pozo de la Salud.
En el siglo XX, en las décadas de los años cuarenta y cincuenta, la célebre cantadora y tamborilera Valentina la de Sabinosa y su marido Esdras preparaban los baños calientes. La mejor referencia para conocer anécdotas sobre su estancia se encuentra en el libro del humorista Jacinto del Rosario: Viaje estrambótico al Pozo de la Salud, publicado en el año 1950.[5]
Por esa época el ingeniero José Rodrigo-Vallabriga construía el inicial balneario, y comercializaba el agua para su venta en farmacias y tiendas. El señor Vallabriga residía en Santa Cruz de Tenerife, en la plaza de la Iglesia n.º 11 (antiguo), y en la planta baja de su casa estableció la pequeña industria embotelladora. Para ello, primero transportaba el agua en garrafones desde El Hierro. Y una vez trasvasada a botellas de vidrio, la distribuía por las islas.
Hasta 1965, año de la muerte del ingeniero Vallabriga, el Pozo de la Salud tuvo una cierta animación artística, puesto que sus aguas fueron bebidas por músicos y poetas, en sucesivos veranos. Y en los momentos de descanso se improvisaban tertulias.
En los años setenta, y comienzos de los ochenta, daba los baños doña Rosa, en su establecimiento Casa Rosa. Allí el ambiente era familiar. Doña Rosa fue la última gran entusiasta de esas aguas.
Poco después el Cabildo de El Hierro inició la construcción del moderno Hotel-Balneario Pozo de la Salud. En 2010 el hotel estuvo cerrado por reformas. A finales del año 2011 el hotel reabrió para dar tratamientos de belleza y relax, además de servir como alojamiento de calidad, en un entorno de gran belleza natural.
Siglo XX
En julio de 1899 un incendio arrasó el ayuntamiento de Valverde destruyendo el archivo que se había creado en 1553. Con él se destruyeron importantes documentos sobre la historia de la isla. También en ese tiempo se destapó una epidemia de viruela y una larga sequía seguida de años muy lluviosos y con inundaciones frecuentes.
Con la creación de los Cabildos Insulares, la isla adquirió autogobierno. Pero al ser el Cabildo Insular una institución supramunicipal, ésta podría superponerse al único ayuntamiento existente en esos momentos en la isla. En 1912 se crearon los ayuntamientos de Valverde y Frontera.
La Primera Guerra Mundial no supuso ningún cambio especial para la isla dado el aislamiento de la misma.
Durante la Segunda República (1931-1936) se construyó el Puerto de La Estaca, se mejoraron las carreteras, las conducciones de agua y se construyeron escuelas. Tras la Guerra civil española y la implantación en la isla de las nuevas autoridades de la dictadura franquista se persiguió la disidencia política, siendo muchos apresados y trasladados a otras islas, principalmente a la Prisión de Fyffes en Tenerife. Aparece el fenómeno de los Huídos. En 1944 algunos de esto huidos logra organizar un mitin republicado clandestino en Isora. En respuesta, las autoridades levantan un campo de concentración en El Jabito.
La Segunda Guerra Mundial, al contrario que en las demás islas, tampoco se dejó sentir en El Hierro. En 1948 otra larga sequía provocó la emigración de gran parte de la población hacia Venezuela y hacia la isla de Tenerife.
Lanzadera espacial civil y radar militar
En los años 90, el Gobierno español y el Gobierno de Canarias planearon instalar en la isla una lanzadera espacial civil. La ESA, con sede en Madrid planeó lanzar dos satélites de investigación al año, hasta completar un total de quince. Por razones de seguridad se debería haber evacuado las poblaciones cercanas. Esto desató protestas masivas de los habitantes de la isla, que preferían conservar la naturaleza de la isla intacta. En Febrero de 1997, la mayoría del Parlamento de Canarias rechazó el proyecto.
El segundo proyecto, instalar un radar militar en el pico de Malpaso aún sigue sin haberse resuelto. La situación geográfica de la isla es un aliciente para su instalación. Desde 1986 se suceden las protestas de los herreños, año en el cual el ministerio de defensa comunicó sus planes al ayuntamiento de Frontera. En junio de 2005, el ministro de defensa, José Bono, anunció que se podría tratar de un radar móvil que no afectaría a la orografía de la zona. De los 70 mil metros cuadrados originales, sólo harían falta 3500 metros, pero sería necesaria la construcción de una carretera de acceso al mismo. Esta carretera cruzaría por el camino histórico al Santuario de Nuestra Señora de los Reyes, patrona de la isla, lo que para los herreños es impensable e inalterable. Por este motivo, aún continúan las protestas, no sólo en la isla sino también en islas vecinas como Tenerife donde se encuentra una población de herreños.
Actividad volcánica en 2011 y 2012
Artículo principal: Erupción de El Hierro de 2011
A partir del 19 de julio de 2011 empezaron a sentirse gran número de temblores de tierra en la isla, lo que atrajo la atención de numerosos especialistas. Al aumentar la intensidad y la frecuencia de los sismos, se alertó a la población sobre una posible erupción. La primera erupción observada por medios indirectos se percibió en el mar, a 5 kilómetros de la isla, el 10 de octubre de 2011.
En marzo de 2012 ha concluido la erupción submarina en el Mar de las Calmas. Y el cráter del volcán apagado está a 88 metros de profundidad, según datos del Instituto Español de Oceanografía.[6]
Referencias
- ↑ Ana Ávila, Isla de El Hierro. Patrimonio artístico religioso, Madrid, Ediciones del Umbral, Ayuntamiento de Valverde (El Hierro) y Gobierno de Canarias, 2012, p. 158. ISBN 978-84-95457-92-9
- ↑ 2,0 2,1 2,2 «Confinados en El Hierro». EL DIA. 19 de abril de 2020. https://www.eldia.es/opinion/2020/04/19/confinados-hierro/1071565.html. Consultado el 21 de mayo de 2020.
- ↑ El Hierro Digital, domingo, 4 de octubre de 2009. "Entre los años 1702 y 1704 se perforó el Pozo de la Salud".
- ↑ Carlos Teixidor Cadenas, "El agua del Pozo de Sabinosa, en El Hierro". En revista Rincones del Atlántico, número doble 6 y 7, 2010, pp. 226-239. ISSN 1698-8957 (En papel). Edición del artículo en Internet, 2011.
- ↑ Jacinto del Rosario, Viaje estrambótico en busca del Pozo de Sabinosa, o Viaje estrambótico al Pozo de la Salud. Santa Cruz de Tenerife, Jacinto del Rosario, 1950.
- ↑ Periódico "El Hierro Digital", 5 de marzo de 2012, artículo: "Finalizada la erupción submarina que se inició en octubre en El Hierro".