El Hoyo (La Aldea)
De EnciclopediaGuanche
El Hoyo
Municipio: La Aldea de San Nicolás
Archipiélago: Islas Canarias
Provincia: Las Palmas de Gran Canaria
Isla: Gran Canaria
Código postal:
Ubicación:
Altitud:
Altitud mínima:
Altitud máxima:
Superficie:
Población: 299 hab.
Año:
Densidad:
Gentilicio:
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Patrona: [[]]
Límites:
El Hoyo es un barrio del municipio de La Aldea de San Nicolás, en la isla de Gran Canaria. Está dividido en El Hoyo y La Cruz. Se encuentra en la salida sur de dicho municipio, a la sombra del macizo de Inagua, y frente al barrio de Tocodomán, aunque se consideran uno solo.
Está a una cota de alrededor de 250 metros sobre el nivel del mar. El clima es cálido, y su economía se ha basado prácticamente desde siempre en la agricultura (tomate, millo, papas, frutales, etc.). En el año 2007 contaba con 299 habitantes.
En su historia no tan reciente contaba como un pago de la antigua hacienda de Aldea de San Nicolás, finca propiedad de los marqueses de Villanueva del Prado, procedentes de Tenerife. Resistió a los envites de dichos terratenientes para formar parte de sus propiedades. En esa lucha que se saldó con la casa de los Villanueva destacó Menora Gil,que es una de las representantes últimas de la justamente llamada "lucha por la propiedad de la tierra", que se saldó con el reparto de las tierras a los trabajadores, y antiguos propietarios de las mismas. Hechos que ocurrieron hasta principios del siglo XX, aunque se desarrollaron durante varios siglos, hasta que un ministro del gobierno español (Galo Ponte) visitó el pueblo para terminar dando la razón a los jornaleros.
Importante en su cultura son los bailes de taifa, así como el silbo tradicional de los pastores, aunque tiene mayor relevancia en la isla de la Gomera, en este paraje todavía se conserva. El salto del garrote es un exponente de la cultura en este lugar, así como todavía se conservan vestigios del Beñesmén (celebración de los antiguos habitantes antes de la conquista española para celebrar la recolección), en el escarpado macizo del pinar de Inagua, el cual surtió al municipio de la madera necesaria para la construcción de los techos de las casas de piedra, y el carbón para la lumbre. En las cuevas de dicho macizo todavía se pueden observar los palos que tan diestramente colocaron los canarios para ver quién lo ponía en la cueva menos accesible.
Hay dos escuelas de primaria, y un salón de la Asociación de Vecinos Rosanueva del Hoyo y Tocodomán, donde se celebran principalmente las fiestas de San Pedro, su patrono, el 29 de Junio. Cuenta con una vegetación subtropical conformada hasta no hace muchos decenios por pinar y actualmente por frutales como el aguacatero, naranjos, limeras, granaderos, y algún pino canario disperso. En este lugar se han encontrado numerosos vestigios de los antiguos pobladores de Canarias. El Corral Canario es uno de los emblemáticos, donde se encuentran casas cruciformes y numerosos restos de vajilla y conchas de lapas. El Barranco de Tocodomán, el mayor afluente del Barranco de La Aldea en este municipio, conformado por el Barranco del Hoyo más todos los afluentes que bajan tanto desde la montaña del Lechugal hasta bien entrado en Artejevez, como de los caideros del macizo de Inagua, donde el más grande es el del Canalizo, aunque tiene también otros bastantes importantes en aportación acuífera como el de La Escalera, el de Los Almácigos, etc. Precisamente partiendo de estos dos últimos caideros se conservan todavía varias galerías construídas en la roca artesanalmente (a pico y pala) durante mediados del siglo XX, y de las que todavía brota agua durante todo el año. También se conservan algunos hornos para cocer las tejas que se elaboraban en el mismo entorno, así como algunas casas de piedra en las que se conservan los palos centrales del techo, a los que se les llama timones, y que eran llevados desde el cercano pinar. Gran parte de la población masculina de este paraje trabajó en la reforestación del pinar hasta finales de los años 80. Hace poco tiempo Inagua volvió a sufrir un horrible incendio que arrasó con el monte bajo y con mucha fauna, así como con pinos centenarios que no pudieron soportar el embiste de tan poderoso incendio, ya que como es sabido el pino canario soporta muy bien el fuego y vuelve a rebrotar. Ese mismo fuego llegó hasta los altos de El Hoyo, quemando gran parte de las tuneras (chumberas) que allí había, a la sombra del macizo. A toda esta zona alta se le denomina "Pie de la Cuesta".