Acciones

Diferencia entre revisiones de «Bernardo Álvarez Afonso»

De EnciclopediaGuanche

Línea 15: Línea 15:
 
[[Categoría:Religión en Canarias]]
 
[[Categoría:Religión en Canarias]]
 
[[Categoría:Palmeros]]
 
[[Categoría:Palmeros]]
 +
[[Categoría:Nacidos en Breña Alta]]
 
[[Categoría:Nacidos en 1949]]
 
[[Categoría:Nacidos en 1949]]
 
[[Categoría:Personas vivas]]
 
[[Categoría:Personas vivas]]
 
[[Categoría:Obispos de Canarias]]
 
[[Categoría:Obispos de Canarias]]

Revisión del 20:01 18 abr 2021

Bernardo Álvarez Afonso (Breña Alta, La Palma, 29 de julio de 1949), es un obispo católico canarias, destinado desde septiembre de 2005 en la diócesis de Tenerife.[1]

Después de comenzar la carrera de Arquitecto Técnico, abandonó los estudios para ingresar en el seminario de Tenerife donde cursó los estudios eclesiásticos (1969 - 1976). Se ordenó sacerdote el mismo año que concluyó su formación, licenciándose posteriormente en Teología Dogmática en la Universidad Gregoriana de Roma.

Estuvo destinado como párroco en diferentes poblaciones de Tenerife y La Palma, ocupando también distintos puestos en los servicios diocesanos. Tras servir como Vicario de la diócesis de Tenerife, fue nombrado obispo de la misma por Benedicto XVI tras la renuncia de su anterior titular, Felipe Fernández, por motivos de salud.

En diciembre de 2007 realizó unas polémicas declaraciones al diario La Opinión de Tenerife, a raíz de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias que condenaba al obispado por vulneración consciente de los derechos fundamentales de dos profesores de religión, en las que manifestó sus opiniones acerca de los abusos infantiles y la homosexualidad, afirmando sobre la primera cuestión que «hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y además, deseándolo, incluso si te descuidas te provocan. Esto de la sexualidad es algo más complejo de lo que parece». En la misma entrevista se lamentó de que «hoy en día hay que tener mucho cuidado porque no se puede decir que la homosexualidad se sufre o se padece, no es políticamente correcto decir que es una enfermedad, una carencia o una deformación de la naturaleza propia del ser humano».[2] Posteriormente declaró que con estas declaraciones no pretendió justificar el abuso de menores ni comparar la homosexualidad con el abuso a menores.[3]

Referencias