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Diferencia entre revisiones de «Secundino Delgado»

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Revisión del 15:44 3 may 2011

Político canario, considerado por algunos como el "padre" del nacionalismo canario.

Biografía

Hijo del herrero Secundino Delgado del Castillo y de María Rodríguez Hernández, nació hacia 1871[1] en Santa Cruz de Tenerife, Tenerife. En esa época es cuando comienzan a surgir en Tenerife las primeras organizaciones obreras y asociaciones de trabajadores; sin embargo, a pesar de que poco a poco se irían politizando, la función de estas primeras asociaciones era fundamentalmente asistencial y benéfica, influenciadas por la moral cristiana, (llegando a participar en ellas personas ajenas a la clase obrera, como comerciantes católicos y pequeño-burgueses republicanos que colaboran en dichas asociaciones concibiendo dicha colaboración como una obra caridad). También ocupará un lugar importante el interés por la formación y educación de los trabajadores, en un contexto donde la inmensa mayoría de la población es analfabeta.

Emigración a Cuba

La crisis de la cochinilla provoca que una gran parte de la población canaria se vea obligada a emigrar hacia América, siendo los puntos preferentes de destino Cuba y Venezuela; Secundino Delgado como muchos canarios emigra a Cuba hacia 1885.

En Cuba Secundino va a sumarse a la causa de los independentistas cubanos, estableciendo contacto con sectores independentistas de corte anarquista y a comienzos de 1885 se establece en Tampa (Florida); allí trabajará en una fábrica de tabacos,[2] participando además en el Círculo de Trabajadores. En Tampa participará en la redacción del periódico obrero El Esclavo, semanario de ideología anarquista que defendía la independencia de Cuba. El anarquismo tendrá una gran influencia en la ideología de Secundino Delgado, y en sus textos encontramos en ocasiones referencias a Bakunin o a Kropotkin.

En ocasiones se especula sobre si Secundino Delgado y José Martí llegaron a conocerse;[3] sin embargo no hay ningún escrito que lleve a considerar esta posiblidad; por otro lado la actitud de los anarquistas hacia Martí será siempre crítica, y el propio Martí, aún en los momentos en que llega a acercarse a los obreros, rechazará la lucha de clases defendida por anarquistas y comunistas.

Secundino Delgado participará activamente en 1895 en la huelga de tabaqueros de Tampa, participando en las comisiones sindicales y siendo considerado uno de los cabecillas del conflicto, razón por la cual será detenido junto a otros activistas. Posteriormente se traslada a Cayo Hueso y de ahí regresa a La Habana, Cuba, donde trabajará como herrador en una empresa de transportes, continuando también su actividad política (razón por la cual será despedido). Con posterioridad será acusado de la elaboración del explosivo utilizado en un atentado contra la Capitanía General de la Habana, si bien parece poco probable que hubiese estado implicado en esta acción en concreto.

Estancia en Venezuela

En 1896 regresa a Canarias, residiendo unos meses en Santa Cruz de Tenerife para luego volver a emigrar, esta vez hacia Caracas. Será a partir de este momento cuando Secundino comience a ocuparse de la "cuestión nacional canaria". La formación política e ideológica de Delgado tiene lugar en el exterior del Archipiélago, y a su regreso a Canarias, decide volcar su lucha hacia la independencia de Canarias, aplicando la idea de “liberación de las naciones oprimidas”. Esta estancia en las islas será breve, pues ha de expatriarse de nuevo debido a los movimientos del general Weyler para ordenar su ingreso en prisión.

Ya en Venezuela, Secundino comienza a establecer contactos con la colonia canaria que allí residía con objeto de organizar un movimiento emancipatorio canario y difundir estas ideas (a través de una publicación que se titulará El Guanche). Esta vez las personas con las que toma contacto proceden de la pequeña burguesía republicana de La Palma, relacionadas también con la masonería; se trata de José Esteban Guerra Zerpa, que había trabajado en el periódico El Time y fundado el Diario de Avisos (más tarde dejaría la dirección de este periódico, que evolucionaría hacia el conservadurismo); y otro personaje que se intuye que pueda ser Francisco Brito Lorenzo.[4] Sin embargo, a pesar de que sus colaboradores no procedieran de este ambiente, Secundino mantendrá en esta etapa su discurso obrerista. Se funda así el periódico El Guanche, con Secundino como director-redactor, el cual tendrá como lema “sólo por las Canarias y para los canarios”, debido a la prohibición que hacía la legislación venezolana sobre la participación extranjera en la política del país (que afectaba también a la difusión de propaganda); ello no impide, sin embargo, que Secundino continúe firmando artículos donde hable del internacionalismo, y del proletariado como “una sola familia”. Pero El Guanche de ningún modo se trata de un periódico obrerista, y de hecho parte de su financiación procede de los comerciantes isleños de Venezuela, por tanto no es igual el discurso de Secundino que el discurso populista e interclasista de algunos de los colaboradores. Por otro lado cabe destacar que los redactores de El Guanche apuestan decididamente por la independencia de Canarias, rechazándose explícitamente las propuestas autonomistas.[5] En el discurso de El Guanche también son habituales los ataques al caciquismo.

El periódico se publica en un contexto en el que la guerra en Cuba está muy presente, y ello se ve reflejado en el contenido del mismo, haciéndose continuos llamamientos a los canarios a no participar en el ejército español (ya desde El Esclavo el propio Secundino Delgado había hecho llamamientos a los “voluntarios forzados” de toda España a rebelarse contra su propio ejército y unirse a los revolucionarios obreros que luchaban por la independencia de Cuba). El Guanche no tuvo una difusión muy amplia, sin embargo causará una cierta preocupación en Venezuela, y es encarcelado por las propias autoridades venezolanas. El Guanche seguirá sin embargo publicando algunos números más, con la dirección ahora de Guerra Zerpa. La intervención militar de EE. UU. en el conflicto de Cuba, Puerto Rico y Filipinas incidirá en el cierre definitivo de El Guanche. Esta intervención producirá un auge del españolismo, que afectará a la propia colonia canaria de Venezuela. A esto hay que añadir los temores de los propios redactores de El Guanche y del entorno del nacionalismo canario a que EEUU invadiera Canarias. Si bien siguen atacando a España por su actitud en las Antillas y en Canarias (acusándola además de ser la culpable del conflicto), debido a la coyuntura deciden suspender la publicación del periódico hasta que el conflicto quedara resuelto.[6]

Regreso a Canarias

Secundino Delgado es expulsado de Venezuela en 1898 y regresa a Canarias.

Si bien, como ya señalamos anteriormente, desde la segunda mitad del siglo XIX comenzaron a aparecer organizaciones obreras en Canarias será a partir de 1900 cuando se produzca el despegue del movimiento obrero canario. En estos momentos se están introduciendo los nuevos monocultivos del plátano o el tomate, y a la vez comienza a aparecer una tendencia a la proletarización agraria y un crecimiento del proletariado urbano. También tendrán una gran importancia las actividades portuarias en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria. El periodista y tipógrafo José Cabrera Díaz promoverá la creación de asociaciones obreras,[7] y la asociación de todos los gremios de trabajadores. Comienza así una incipiente conciencia de clase y la idea de unir a todos los trabajadores varones (si bien comienzan a aparecer tímidamente algunas reivindicaciones tendentes a la igualdad entre sexos, cercanas al feminismo). Se forma así la Asociación Obrera de Canarias, y su órgano de expresión, el periódico El Obrero. José Cabrera Díaz será el presidente de dicha Asociación en la que también participará Secundino Delgado.

Si bien en la Asociación Obrera de Canarias había presencia de anarquistas (como Secundino Delgado) y marxistas, el posicionamiento de la asociación, o al menos de parte de sus dirigentes, tendían hacia el interclasismo. Esto puede observarse en los artículos publicados en El Obrero, si bien ello no quiere decir que de vez en cuando se publicaran artículos y discursos con planteamientos más radicales. De todas maneras la conciencia de clase no estaba todavía del todo formada en Canarias, y en la Asociación Obrera podemos llegar a encontrar incluso a monárquicos (si bien posteriormente romperán con ella). Si bien Secundino Delgado partía de una tradición cercana al anarquismo, y ya había defendido la lucha de clases con anterioridad, al ver que su discurso no logra calar lo suficiente en los trabajadores Canarios decide adaptarse en parte al discurso vigente en la Asociación Obrera de Canarias. Por otro lado hay que seguir teniendo en cuenta la reacción españolista que tiene lugar tras el 98, lo que imposibilita que puedan defenderse planteamientos independentistas. A esto hay que sumar la dependencia económica de Canarias con respecto a Inglaterra, que ya es señalada por el propio Secundino. Desde la Asociación Obrera de Canarias, Secundino y otras personas promoverán la creación de un partido obrero que se presentara a las elecciones. Surge así el que está considerado por muchos como el primer partido de tipo obrero de Canarias: el Partido Popular Autonomista (PPA). De nuevo nos encontramos con que el discurso no es homogéneo, y se entremezclan los planteamientos interclasistas y moralistas, con otros donde se plantea la lucha de clases. Donde sí parece haber unidad de criterios es en lo que respecta a la cuestión del anticaciquismo. El PPA pretendía presentarse también como una alternativa al caciquismo. El PPA se declaraba como autonomista, llegando a negar en varias ocasiones que fuera una organización que defendía la independencia de Canarias.

El PPA se presentará a las elecciones municipales de 1901, mas sin lograr buenos resultados. De todos modos consigue un concejal en Santa Cruz de Tenerife.

Por no querer comprometer la Asociación Obrera de Canarias y el periódico El Obrero a un partido concreto, se decide fundar un nuevo periódico que se titulará ¡Vacaguaré...!, el cual tendrá una vida muy efímera. Los redactores de este nuevo periódico eran Secundino Delgado y Manuel Déniz, con algunas colaboraciones de José Cabrera Díaz. Este periódico defenderá más o menos los mismos postulados que el PPA.

En 1902 Secundino Delgado es detenido, acusado por el Ministro de la Guerra, el general Weyler, de fabricar el explosivo utilizado en el atentado contra la Capitanía General de la Habana en 1896. Será trasladado a la Cárcel Modelo de Madrid, donde será visitado por el anarquista Fermín Salvochea y por Nicolás Estévanez. Este periodo de prisión sería luego relatado por el propio Secundino en su libro “¡Vacaguaré...! (Vía-Crucis), publicado en el Yucatán con el seudónimo de Antonio Rodríguez López (poeta palmero que había publicado el relato “Vacaguaré”, con la historia de Tanausú y la princesa Acerina). En esta etapa el discurso de Secundino vuelve a acercarse al anarquismo y al independentismo. A su salida de prisión tras ser puesto en libertad sin cargos, escribirá dos relatos para la publicación anarquista Revista Blanca.

Regresará a Canarias y años más tarde durante un tiempo estará viajando por el continente americano, visitando a Nicolás Estévanez en La Habana y publicando en México el ya mencionado “¡Vacaguaré...! (Vía-Crucis)”. En 1910 vuelve a su tierra. En esta época mueren su hijo y su hija, y al poco tiempo, en 1912, moría Secundino Delgado a causa de una tisis pulmonar.

Obra e ideología

La obra escrita de Secundino Delgado se limita a una serie de artículos, algunos poemas y relatos literarios y una obra autobiográfica. En su pensamiento se halla presente una cierta influencia del anarquismo, si bien éste no aparecerá igual de claro a lo largo de toda su vida. También el propio Secundino hablará de influencias de Pi y Margall. Otra característica de Secundino es el romanticismo que se hallará siempre presente en sus textos, un romanticismo cargado a la vez de pesimismo, como se observa en sus cuentos y relatos literarios.[8] No hay un “guanchismo” propiamente dicho en Secundino, sino una reivindicación romántica de su figura, considerándose heredero moral de la lucha de éstos, no heredero biológico. También se debe tener en cuenta el carácter internacionalista de Secundino, y de la unión de liberación nacional con la liberación social.

Para terminar habría que señalar una serie de elementos que se le atribuyen falsamente a Secundino Delgado.

Uno de ellos es la bandera azul con las 7 estrellas blancas, que ha llegado a ser denominada como la “bandera de Secundino”; sin embargo Secundino no tuvo nada que ver en la elaboración de dicha bandera, y es muy poco probable que llegará a utilizarla. Se trata en realidad de una bandera que fue ondeada en el Ateneo de La Laguna a inicios del siglo XX. El otro elemento es la fundación del Partido Nacionalista Canario. El PNC se funda en 1924 en La Habana, Cuba, años después de que Secundino hubiese muerto. Si bien se autoproclamarían como herederos del pensamiento de Secundino Delgado, en realidad las propuestas capitalistas y burguesas del PNC poco tendrían que ver con las ideas de Secundino, a pesar de que el partido fuera fundado por un antiguo colaborador de éste, José Cabrera Díaz, quien si ya los planteamientos que defendió en la Asociación Obrera de Canarias llegaron a ser calificados de reformistas, los planteamientos que defenderá en Cuba ya sí que no tienen ningún elemento obrerista. Por otro lado en el caso de Cabrera Díaz nos encontramos con que empieza a defender la independencia (el PNC de Cuba era abiertamente independentista) cuando sale de Canarias. El periódico del PNC, El Guanche (Segunda época), sin embargo llegará a publicar un texto donde se defendía la independencia desde un punto de vista marxista, de la necesidad de una liberación nacional unida a una liberación social, y volviendo a señalarse el hecho de la dependencia de Inglaterra que ya fuera señalado en su día por Secundino.

Notas

  1. Según Manuel Suares Rosales nació en 1871 o 1872
  2. En “Secundino Delgado en Venezuela”, Manuel Hernández González nos dice que Secundino trabajaría de herrero, mientras que en “Secundino Delgado y la emancipación cubana” Manuel de Paz Sánchez escribe que trabajaba en una fábrica de tabacos. Optó más por esta segunda opción no sólo ya por el hecho de Manuel de Paz de detalles sobre la actividad de Secundino como sindicalista entre los obreros tabaqueros, sino porque después sí que nos presenta a Secundino trabajando de herrero para una empresa de transportes pero ya en Cuba.
  3. En la introducción de Oswaldo Brito y Julio Hernández al “¡Vacaguaré...! (Vica-Crucis)” (1980) se plantea esta cuestión, y si bien admiten que no hay ninguna prueba que permita hablar de una posible vinculación entre Martí y Secundino, dicen intuir “que si no hubo amistad, sí quizás un conocimiento mutuo”. (¡Vacaguaré...! 1980. Introducción de Oswaldo Brito y Julio Hernández, p. 29.)
  4. No está del todo claro la identidad del redactor del guanche que firma como A. Brito Lorenzo, pero bien podría ser el personaje que se propone debido a la relación que este mantenía con Esteban Guerra Zerpa.
  5. En ocasiones se ha pretendido presentar a Secundino Delgado como un autonomista.
  6. No volvería a publicarse nunca. Posteriormente, en el siglo XX en la década de los 20, el Partido Nacionalista Canario (PNC) fundaría en Cuba un nuevo periódico denominado también El Guanche (Segunda Época).
  7. El papel de José Cabrera Díaz como el principal impulsor del asociacionismo obrero en canarias comienza a ser discutido.
  8. En “El mejor de los mundos”, por ejemplo, presenta un entorno rural con una imagen bucólica, pero que se ve rota con la irrupción del elemento de la enfermedad y la muerte.


Bibliografía

  • BRITO, Oswaldo. Historia del Movimiento Obrero Canario. Editorial Popular. Madrid. 1980.
  • DELGADO, Secundino. El mejor de los mundos y otros relatos. Centro de la Cultura Popular Canaria. Tenerife. 1985.
  • DELGADO, Secundino. ¡Vacaguaré...! (Vía-Crucis).. (Introducción: Oswaldo Brito y Julio Hernández). Editorial Benchomo. Canarias. 1980.
  • FELIPE REDONDO, Jesús de. Orígenes del Movimiento Obrero Canario. Artemisa Ediciones. La Laguna. 2004.
  • HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Manuel. Secundino Delgado en Venezuela. - “El Guanche” Inédito. Centro de la Cultura Popular Canaria. Canarias. 2003.
  • PAZ SÁNCHEZ, Manuel de. Secundino Delgado y la emancipación cubana. El Pirácrata.
  • SUARES ROSALES, Manuel. Secundino Delgado. Apuntes para una biografía del padre de la nacionalidad canaria. Editorial Benchomo. Canarias. 1980.
  • SUARES ROSALES, Manuel. Secundino Delgado. Vida y obra del padre del Nacionalismo Canario. Centro de la Cultura Popular Canaria. Tenerife. 1990.

Artículos de revistas:

- “Homenaje. Secundino Delgado”. Tagrawla. La Revolución. Nº 1, noviembre-diciembre 2002. Azarug – Tamarant.

- “Primero de Mayo de 1901”. Tierra de Fuego. Nº 3. Abril 2005.