Julián Caparrós Morata

Julián Caparrós Morata (nombre completo Julián Basilio Juan José Caparrós Morata) fue un maestro y político nacido en Almería 1908 y fallecido en Las Palmas de Gran Canaria 1988.

Nacido en Vera, Almería en 1908 en el seno de una familia humilde de jornaleros y sirvientes, pudiendo estudiar el magisterio gracias al apoyo de un tío suyo clérigo. Tras aprobar las oposiciones en 1930 fue destinado a la escuela de Caideros en Gáldar, Gran Canaria, y poco después a Valle Guerra en Tenerife, donde conoce a María Encarnación Delgado Expósito con quien contraería matrimonio. En 1935 el matrimonio se traslada a Santa Lucía de Tirajana, donde aplicará las renovadoras pedagogías que promovían los sectores más progresistas de la Segunda República. Estaba afiliado a la Unión General de Trabajadores (UGT).

De ideales de izquierda se movió entre el Partido Republicano Federal y el Partido Comunista de España, llegando a ser designado alcalde de Santa Lucía de Tirajana el 27 de mayo 1936. Sin embargo, menos de dos meses después tendría lugar el golpe de estado militar-fascista que daría lugar a la Guerra Civil Española. Con la destitución de la corporación municipal por parte de los golpistas, huye a los montes de la isla junto a varios de sus compañeros del ayuntamiento, siendo ayudados por algunos pastores, pero pocos días después se entregó por temor a las represalias que pudiera sufrir su esposa. Fue detenido e internado en campos de concentración, siendo también depurado como maestro.

Una vez sale de prisión, con la inhabilitación para dedicarse a la enseñanza normal (que sí seguiría ejerciendo su esposa Encarnación Delgado), se desempeñó en varias tareas, aprovechando sus conocimientos en varios idiomas para fundar en Las Palmas de Gran Canaria un gabinete de traducciones. Continuó interesado en la pedagogía, tomando contacto con varios pedagogos europeos y estando muy interesado en las nuevas teorías pedagógicas. En 1976 es rehabilitado como maestro obteniendo una nueva plaza como docente. Meses más tarde solicita la jubilación voluntaria, expresando su desencanto con el estado de la educación.

Tras su fallecimiento en 1988 su amplia biblioteca fue donada al ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana.