Pablo Castellano Cardalliaguet

Pablo Castellano Cardalliaguet (Madrid, 31 de mayo de 1934). Abogado, sindicalista y político español; socialista libertario y republicano federal.

Tribuna de un acto anti-OTAN en Madrid (1981): Fernando Sagaseta (Unión del Pueblo Canario, UPC) (izq.), Lola Gaos (actriz), el comandante Otero (ex-UMD) y Pablo Castellano (Izquierda Socialista)

Estudiante anarquista

Madrileño de nacimiento, con raíces familiares en Hervás (Cáceres), mallorquín de adopción y con «un buen cuarterón de sangre judía»; inició tempranamente su trayectoria política, en sus años de estudiante de Derecho en la Universidad Central de Madrid.

La influencia del movimiento crítico frente a la dictadura franquista tuvo su eco en la Universidad, donde los estudiantes empezaban a manifestar sus simpatías por las ideologías de oposición. En ese contexto, Castellano se une a las Juventudes Libertarias.

Un viaje a Barcelona tras las huellas del movimiento anarquista de preguerra; una breve estancia en París, en 1958, donde trabajó como obrero en dos fábricas; así como su participación en la revuelta universitaria de febrero de 1956, contribuyeron a su formación.

En 1957 obtendría la licenciatura, iniciando su carrera profesional como abogado.

Líder de la Agrupación Socialista Madrileña

En 1964 entró en el Partido Socialista Obrero Español y en el sindicato Unión General de Trabajadores, entonces organizaciones en la clandestinidad; llegando a liderar la Agrupación Socialista Madrileña y a convertirse en la personalidad más conocida del socialismo del interior.

Este paso del anarquismo al socialismo de izquierda no debe entenderse como abdicación de sus iniciales planteamientos libertarios, pues desde entonces ha seguido definiéndose como socialista libertario; con una actitud antiautoritaria y antiburocrática, y de apuesta por la extinción del Estado:

«El objetivo final del PSOE es la revolución socialista: la sociedad sin clases. La autonomía persigue esto y es un signo de la profundización en la democracia y en la autogestión. La autonomía no será posible mientras no la conquistemos en la calle y sólo UGT y PSOE pueden hablar de autonomía. El PSOE está destinado a liquidar toda forma de Estado.»
.

Como abogado trabajó ante el Tribunal de Orden Público (TOP) como defensor de opositores políticos, y a veces sentado en el banquillo de los acusados.

Pronto formaría parte de las Comisiones Ejecutivas del PSOE (1971-1975) y de la UGT (1971-1976), bajo el alias de Hervás en la clandestinidad.

En aquel entonces se consolidaba un movimento de renovación en las filas socialistas, cuando todo el interior y una parte del exilio intentaban desplazar a la dirección que encabezaba, desde el exilio, el secretario general Rodolfo Llopis, posición que acabaría triunfando en el Congreso de la UGT de 1971 y en el del PSOE de 1972. Llopis no aceptó ser presidente del partido -pretendía continuar como secretario general-, provocando una ruptura que escinde el partido en dos: el PSOE Histórico de Llopis y el PSOE Renovado, que tendrá una dirección colegiada en la que Castellano desempeñaría la secretaría de Relaciones Internacionales (al igual que en la UGT).

El Congreso de 1974 del PSOE Renovado, celebrado en Suresnes (Francia), habría de ser el de la ordenación de esa renovación, mediante la elección de un primer secretario. Castellano sería entonces uno de los partidarios de que Nicolás Redondo -secretario general de UGT- accediese al puesto. No obstante, Redondo rehusó la propuesta y llegó a un acuerdo con el sevillano Felipe González, que finalmente sería elegido secretario con la oposición, casi en solitario, de los delegados de la Agrupación Socialista Madrileña (Castellano y Gómez Llorente).

Portavoz de Izquierda Socialista

Con la conquista de la democracia burguesa, en las elecciones generales de 15 de junio de 1977 sería elegido diputado de las Cortes Constituyentes por la provincia de Cáceres, revalidando su escaño en los comicios de 1979 y 1982.

La actitud personalista de González llevaría a la contestación en el seno del PSOE de la corriente más crítica, liderada por Castellano, que rechazaba la socialdemocratización del partido y el culto a la personalidad del nuevo secretario general.

Las contradicciones internas estallaron en el Congreso de 1979, con la pretensión de González de abandonar el marxismo como base ideológica del partido; lo que originó la constitución de una corriente interna, Izquierda Socialista, cuyos principales dirigentes serían Luis Gómez Llorente, Francisco Bustelo y el propio Pablo Castellano.

Ese mismo año publicó su ensayo Sobre el partido obrero, en el que reivindica un partido federal y democrático:

«Está claro que Felipe tiene una concepción de partido realmente centralizado y lideralizado, frente a nuestra concepción de un partido cada día más democrático y federal, y de un partido socialdemócrata e interclasista frente a nuestra concepción de partido de clase.»
«Ha quedado clarificada la ideología en cuanto a socialdemócratas y socialistas, y el proceso de clarificación orgánica también se ve: un partido centralizado y con predominio absoluto de la burocracia y la jerarquía frente a un partido de base con una enorme autonomía de las agrupaciones locales y regionales, y un enorme margen de actuación política sin interferencias del poder central» .

En septiembre de 1979 resultaría elegido presidente del PSOE de Cáceres, contribuyendo a la llegada de la autonomía extremeña.

Como portavoz de Izquierda Socialista hizo declaraciones y promovió mítines, marchas y manifestaciones de carácter ecologista , antinuclear , por los derechos de los homosexuales , por el amor libre , anti-OTAN y por el desmantelamiento de las bases norteamericanas .

En 1985-1989 ejercería como vocal del Consejo General del Poder Judicial.

Durante la campaña de cara al referéndum de 12 de marzo de 1986 sobre la permanencia de España en la OTAN, y en contra de la posición oficial atlantista del Gobierno de González, participó activamente en la Plataforma Cívica Anti-OTAN; lo que le costó una reprobación por parte de la dirección del partido.

Asimismo, promovió las primeras jornadas de trabajo de Izquierda Socialista, celebradas el 6 y 7 de diciembre de 1986 en Hervás

Finalmente, en octubre de 1987 fue definitivamente expulsado del PSOE por denunciar un caso de tráfico de influencias que afectaba al número 3 del partido; dándosele de baja sin previo expediente de expulsión, lo cual era antiestatutario.

Presidente del Pasoc

En 1989 se unió al Partido de Acción Socialista (Pasoc) -el antiguo PSOE Histórico-, cuyo secretario general era Alonso Puerta, partido miembro de la coalición Izquierda Unida.

En las elecciones generales de ese año fue elegido nuevamente diputado, siendo el número dos en la candidatura de IU por la provincia de Madrid. En 1996 volvería a obtener su escaño por la misma circunscripción.

Entre 1990 y 2001 fue Presidente del Pasoc.

En 1994 publicó Yo sí me acuerdo: apuntes e historias, sus memorias; y en 1996, bajo el título Gota a gota, una amplia selección de sus artículos de opinión en la prensa.

En 1995 apoyó con su presencia la fundación de la Corriente Socialista Canaria-Pasoc en Las Palmas de Gran Canaria, destinada a ser la «conciencia socialista» de Izquierda Unida Canaria, donde estaban históricos de la izquierda canaria como Agustín Millares Cantero y Oriol Prunés.

También en 1995 saltaría a la luz el escándalo sobre las escuchas ilegales del Cesid, que espió a todo tipo de personalidades de la sociedad española, entre ellos a Pablo Castellano .

En 1996 fue miembro del Tribunal Internacional por Crímenes Contra la Humanidad Cometidos por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en Iraq .

Ante la falta de autocrítica de la dirección de IU tras varios reveses electorales, dimitió de la Presidencia Federal de la coalición en 1999.

En el Congreso del Pasoc de 2001 defendió la tesis de que el partido debía abandonar IU y recuperar su soberanía, tesis que fue finalmente aprobada por amplia mayoría.

Comentarista independiente

En 2001 se jubiló como letrado tras cuarenta y tres años de profesión.

Ese mismo año vería la luz su ensayo Por Dios, por la Patria y el Rey: una visión crítica de la transición española, donde hace un ajuste de cuentas con la Restauración monárquico-borbónica.

La deriva de la nueva dirección del Pasoc le llevó a desligarse de esta organización, y desde entonces mantiene su militancia socialista sin vinculación partidaria alguna, ejerciendo su análisis político como comentarista independiente.

Concepción del socialismo libertario en Pablo Castellano

• Socialismo democrático y libertario de raíz marx-engelsiana y pabloiglesista.
• Republicanismo federal.
• Una radical intransigencia democrática: democracia directa y participativa.

«Socializar la política es el más atrayente proyecto frente a la privatización que los profesionales de la política quieren ir consagrando mediante el recurso a la democracia representativa».

• Modelo de partido democrático-participativo, con una estructura asemejable a la de las organizaciones anarquistas:
  • Dirección colegiada
  • Preocupación por las desviaciones burocráticas y el mantenimiento de la ética socialista
  • Importancia de la formación ideológica de la militancia
  • Soberanía de las asambleas
  • Ratificación por la base de lo aprobado mediante delegados
  • Horizontalidad organizativa: el partido como voluntaria confederación de agrupaciones locales, vinculadas por un programa alcanzado en un común congreso y una coincidente declaración de principios
• Modelo de sindicato como organización genuinamente de base, democrática y autogestionada.
• Valoración muy crítica del proceso de transición:

«La restauración monárquica nacía elitista, selectiva y desconfiada ante la voluntad popular libremente expresada. Surgía del caciquismo de los clanes y castas del franquismo, que se ampliaba a los caciques de la oposición, ávidos de tocar poder (...) No obstante, tenía una ventaja sobre el modelo a imitar, aquél de 1874, y es que en esta ocasión la llamada ala liberal, frente a la conservadora, era más amplia, pues comprendía también a la izquierda histórica, una izquierda que renunciaba a todo lo que la definía como tal» (Castellano, 2001: 258).

• Internacionalismo y unidad de la clase trabajadora.
• Construcción de la Europa de los pueblos, los trabajadores y los ciudadanos en base al federalismo, los valores democráticos y los derechos humanos.
• Ecologismo, feminismo, pacifismo y antimilitarismo.
• Planificación democrática de la economía.
• Laicismo.
• Antipuritanismo y amor libre, es decir, la no institucionalización de los afectos.

Obras

• CASTELLANO, Pablo: Sobre el partido obrero, Iniciativas Editoriales-El Viejo Topo, Barcelona, 1979. ISBN 8473110455
• CASTELLANO, Pablo: Yo sí me acuerdo: apuntes e historias, Temas de Hoy, Madrid, 1994. ISBN 8478804609
• CASTELLANO, Pablo: Gota a gota, EILEA, Madrid, 1996. ISBN 8479700068
• CASTELLANO, Pablo: Por Dios, por la Patria y el Rey: una visión crítica de la transición española, Temas de Hoy, Madrid, 2001. ISBN 8484601048

Enlaces externos

Entrevistas

• «González ofreció a Sartorius la cartera de Trabajo en el último Gobierno» (1994)
• «La Corona pidió a Suárez que se marchara» (2000)
• «Puedo meter las manos en los bolsillos: los tengo vacíos» (2001)
• Encuentro digital con Pablo Castellano (2001)

Artículos

• Francisco Largo Caballero (1869-1946) (1975)
• Cuando la vida es sueño (1987)
• El Belén de González (1994)
• Castellano responde a Solana (1997)
• Una cuestión de Estado (2000)
• Exhibicionismo obsceno (2000)
• Viejas contradicciones (2001)
• Se abusa de lo nuestro y nos falta generosidad con lo total (2005)
• La segunda transición (2005)
• Polémica más sobre la fe que por la obra (2007)

Prepublicación

• Yo sí me acuerdo: apuntes e historias
• Por Dios, por la Patria y el Rey: una visión crítica de la transición española